El fútbol nacional es muy permisivo contra los actos racistas en estadios
El racismo existe en el fútbol desde siempre; sin embargo, mientras en el mundo se promueve un movimiento de “cero tolerancia”, en Bolivia se continúa haciendo la vista a un lado cuando se presenta este tipo de violencia en los diferentes estadios, pese a que en el país existe la Ley 045 contra el Racismo y toda forma de Discriminación.
Basta con señalar la multa de 30 mil francos suizos (poco más de 31 mil dólares) que recibió Blooming en mayo de 2019, la segunda que se sancionó en un período de más de 10 años en el país. El hecho anterior, que se sancionó con 25 mil dólares, fue uno que involucró al árbitro Raúl Orosco y al abogado Victor Hugo Pérez.
Blooming recibió esa multa después de que su hinchada profiriera gritos racistas contra el jugador brasileño de Wilstermann Serginho, quien incluso abandonó el campo de juego ante este hecho.
Pero la multa no paró ni mermó este tipo de insultos racistas en los escenarios deportivos del país. En octubre de 2021, en partido disputado entre Bolívar y Oriente Petrolero, en el estadio Ramón Aguilera Costa de Santa Cruz una comitiva del club celeste recibió gritos e insultos xenófobos de parte los hinchas refineros, además que la afición local lanzó objetos para hacer que se retiraran del escenario deportivo.
En el mencionado caso de 2021 no hubo proceso ni investigación, y el hecho quedó en la nada, tal como al parecer sucederá con el nuevo ataque racista que sufrió Serginho, esta vez en el estadio Hernando Siles, en el partido ante Bolívar, cuando la hinchada celeste lo insultó al finalizar el compromiso.
En 2021, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), a través de su entonces presidente interino, Marcos Rodríguez, aseguró que se esperaba la denuncia para que puedan existir sanciones.
En el último ataque racista que sufrió Serginho, se lo vio cansado de denunciar este tipo de casos. “No voy a hablar más del tema”, dijo el jugador.
Mientras el club aún analiza si denunciará a sus pares de Bolívar, tal parece que en el fútbol nacional ya es una costumbre la violencia racial y sin que las autoridades de la FBF ni los clubes traten de erradicarla.
Marcos Goytia, titular del Tribunal Superior de Disciplina Deportiva (TSDD), aseguró que los actos de racismo deberían ser perseguidos de oficio por la FBF, porque existen las instancias que están obligadas a hacer conocer estos hechos como son los veedores y fiscales del partido.
“Creo que el ente organizador nacional (la FBF), que tiene fiscales de partido y veedores, tiene que activar este tipo de situaciones también, porque el bien del fútbol es el bien mayor, porque si esto empieza de esta manera y no se para ya, mañana son agresiones mucho más fuertes”, aseguró Goytia.
En ese sentido, el Código de Procedimiento Disciplinario de la FBF, en su artículo 18, señala que un proceso se puede iniciar a requerimiento de un congreso o comité ejecutivo, por denuncia o “de oficio y sobre la base del informe escrito del árbitro u oficial de un partido, que importará denuncia, cuando el hecho revista gravedad”.
Sin embargo, la FBF nunca tomó ni investigó de oficio un caso de violencia racista en los estadios.
A nivel internacional las sanciones son severas
A medida que la sociedad asume que debe existir tolerancia cero a los actos de discriminación en los escenarios deportivos, instancias como la FIFA, UEFA, Conmebol e incluso algunas federaciones nacionales de fútbol emiten sanciones muy duras contra la violencia en los actos racistas.
En las últimas determinaciones de la FIFA, por ejemplo, señalan que si un árbitro decide interrumpir un partido debido a comportamientos racistas y/o discriminatorios, el encuentro será declarado perdido por vía administrativa.
En Europa, ahora es común ver que un club o selección reciba la sanción de jugar sin público por este tipo de violencia racista.
En Brasil, este tipo de casos incluso son perseguidos por la justicia ordinaria.
Faltas de carácter discriminatorio
El artículo 88 del Código Disciplinario de la FBF trata sobre las faltas de carácter discriminatorio y sobre las sanciones que podrían recibir jugadores u oficiales en el caso de que comentan un acto discriminatorio, pero también contempla sanciones si los espectadores cometieran este tipo de violencia.
“Si los jugadores, los espectadores, oficiales de asociaciones o de algún club en particular observan un comportamiento que sea de alguna forma discriminatorio o que denigre al ser humano, conforme a lo establecido precedentemente, serán pasibles al descuento automático de seis puntos; si se cometen otras infracciones, se procederá a pronunciar el descenso a la categoría inmediata inferior”, señala dicho artículo.
Ley contra racismo y discriminación
Bolivia cuenta con la Ley 045 contra el Racismo y toda forma de Discriminación, que establece mecanismos y procedimientos para la prevención y sanción de actos de racismo, para así eliminar estas conductas en la sociedad.
En su artículo 281, sobre “Insultos y otras agresiones verbales por motivos racistas o discriminatorios”, señala que “el que por cualquier medio realizare insultos u otras agresiones verbales, por motivos racistas o discriminatorios descritos en los artículos 281 bis y 281, incurrirá en prestación de trabajo de cuarenta días a dieciocho meses y multa de cuarenta a ciento cincuenta días”.
No existe ningún antecedente en el fútbol nacional en el que tras algún caso de violencia racista, xenófoba o sexista se haya aplicado sentencia en base a esta ley, que protege los derechos de todas las personas.