Uyuni disfruta el rally Dakar
Uyuni |
Quizás no fue la misma fiesta de las anteriores tres ediciones, pero la población de Uyuni brindó una calurosa bienvenida a los pilotos del rally Dakar, que llegaron desde el Santuario de Quillacas (Oruro) hasta la Hija Predilecta de Bolivia en enlace. Pese a todo, la fiesta estuvo presente en el municipio potosino.
La espera para muchos empezó desde la mañana, y quienes consiguieron apostarse en la gradería no perdieron su ubicación y disfrutaron de un espectáculo especial.
Si bien la expectativa no fue la misma que en años pasados, la emoción del Dakar volvió a manifestarse en su gran capital situada al lado del majestuoso Salar de Uyuni.
Una pequeña entrada folklórica con danzas como los mineros y cueca potosina fueron el preámbulo de una fiesta que prendió el entusiasmo.
La espera tuvo su recompensa, y a las 15:12 llegó a Uyuni la primera moto. Como si se tratara de la primera vez, Uyuni recibió con aplausos y muestras de apoyo al piloto francés Adrien Van Beveren, quien pese a no ser el ganador de la etapa fue el primero del enlace entre el Santuario de Quillacas hasta Uyuni.
Uno a uno ingresaron los pilotos como Joan Barreda y el portugués Paulo Gonçalves.
La culminación llegó a las 15:50 con el arribo de Juan Carlos "Chavo" Salvatierra, quien saludó al público y pasó casi de largo por la tarima instalada.
La llegada de Daniel Nosiglia generó la mayor expectativa. El público desbordó en pasión y burló al deficiente control policial.
Una vez que el público fue reordenado en su lugar, los competidores siguieron su curso y recibiendo el respaldo de un emocionado público.
A lo largo de la tarde, uno a uno llegaron los pilotos hasta el vivac del regimiento Loa.
El pueblo de Uyuni disfrutó de un espectáculo sin igual por cuarto año consecutivo.
La atención estuvo centrada en la competición que hoy dejará suelo boliviano rumbo a Salta.
En medio del júbilo por ver nuevamente la competición, la afición uyunense espera que el rally Dakar vuelva en 2018, pero con la inclusión de Uyuni como el epicentro de la competencia.
Los autos y camiones empezaron a llegar recién en la noche hasta Uyuni, ante una menor cantidad de público, pero con el mismo entusiasmo que brinda la población.
Para la jornada de hoy, cientos de aficionados irán hasta la largada en Ramadilla, a 42 kilómetros de Uyuni para despedir a los competidores que durante seis días reafirmaron la pasión del país por el deporte tuerca.
Por ahora, esta competición dirá adiós al país y hasta nuevo aviso.
DE PRIMERA MANO
PÉSIMA SEGURIDAD POLICIAL EN EL INGRESO
Pese a que se destinó un contingente de 400 efectivos policiales, el control planificado fue altamente deficiente y carente de buen trato con la afición y los periodistas que cubren el evento internacional.
Al no saber contener a la gente, los uniformados se vieron rebasados y quisieron apelar a la represión.
Ante la incompetencia del control policial, soldados del Regimiento IV de Infantería Loa de Uyuni se sumaron al operativo y contuvieron al público que desbordó de alegría. Punto alto para los militares que cumplieron con un trabajo eficiente de seguridad y en desmedro de una mala planificación policial.