Letizia no deja a Sofía ejercer plenamente su rol de abuela
Las tensiones que existen en el palacio de la Zarzuela entre la reina Letizia y doña Sofía, la esposa del rey emérito, Juan Carlos de Borbón, salieron de la corte española con el video de la tensa situación que hubo entre ambas reales damas el pasado domingo.
El origen de los desencuentros, según cuentan en su entorno, tiene mucho que ver con los obstáculos que la Reina ha puesto desde que nacieron sus hijas, Leonor y Sofía, para que doña Sofía ejerza con ellas de abuela. Inicialmente, la emérita, que dadas sus desavenencias matrimoniales se apoyó mucho en su hijo don Felipe, pensó que Leonor y Sofía, que residen en el recinto de Zarzuela, mitigarían en gran parte su soledad. Pero pronto comprobó que doña Letizia no estaba por la labor, e incluso vetaba sus visitas, aduciendo que las niñas tenían que guardar una disciplina y tenían horarios que no se podían alterar.
La otra abuela
Una rigidez que no parece afectar a su madre, Paloma Rocasolano, asidua del Nuevo Pabellón de Zarzuela, que lleva a sus nietas de paseo e incluso se instala en su hogar cuando los Reyes se van de viaje. La periodista Pilar Eyre llegó a publicar que en uno de sus frecuentes viajes a Grecia, doña Sofía rompió a llorar ante sus familiares griegos asegurando que no le dejaban ver a sus nietas. “No sé ni cómo están. No me dejan verlas, vivo al lado y no puedo ir a su casa”. Algo que parecen corroborar las durísimas críticas vertidas por Marie Chantal-Miller, esposa del sobrino de doña Sofía, Pablo de Grecia, a raíz del incidente en la catedral de Palma: “Letizia ha mostrado su verdadera cara”, afirmó en su Twitter.
Desolada
La reina Letizia “está preocupada y desolada”, según Imma Aguilar, amiga de la esposa de Felipe desde que coincidieron trabajando en CNN+, entre 1999 y 2000 y que en la actualidad es consultora política.
Para la Casa Real, lo ocurrido es una “secuencia privada aunque sea en un ámbito público” y no habrá más comentario.