Khefren: Vendió su virginidad y ahora confiesa que fue una estafa
A finales de 2016, Alexandra Khefren sorprendió a Reino Unido al decir que ponía en venta su virginidad por un millón de euros. La modelo rumana, de 18 años, decía que lo hacía para comprar una casa a sus padres y estudiar en Oxford.
Tras cuatro meses de puja, recibió la oferta definitiva por 2,3 millones de euros. Se trataba de un empresario de Hong Kong que mantuvo con Alexandra una cita sexual en Alemania, territorio neutral.
Khefren fue muy criticada en Reino Unido por “mercadear” con su cuerpo. Ella dijo que para hacer esto se había inspirado en “Una proposición indecente”.
“Muchas chicas pierden su virginidad y luego rompen con el chico. Eso no merece la pena”, justificó ella. La revista Forbes publicó en su día una entrevista con los responsables de la agencia que vendieron los “derechos” de la joven.
En ella, Jan Zakobielski, el encargado de “Cinderella Escorts” , explicaba cómo saben si la mujer que “ofertan” es virgen o no: “En primer lugar, no aceptamos mujeres que digan ser vírgenes si no tienen certificado”. La agencia se llevó una comisión del 20 por ciento por la operación que hizo famosa a Alexandra Khefren.
Hoy, dos años después, la modelo dijo en un programa de televisión que todo fue una farsa. En realidad la maniquí no estaba vendiendo nada, sino que fue una idea de Jan Zakobielski, con el objetivo de que su historia alentase a otras mujeres a vender sus virginidades.
Los presentadores, estupefactos, escucharon la versión de la joven sin pestañear. La sorpresa llegó cuando la modelo aseguró que el encargado de “Cinderella Escorts”, más tarde y tras convencerlas, llevaba a las jóvenes a un burdel en Atenas y las obligaba a prostituirse.