Sofía, una reina que crece en la adversidad
La máxima de “quien resiste gana” se hace realidad en Sofía de Grecia. Durante una gran parte de los 80 años, que el próximo viernes cumple la Reina emérita, ha sido lo que ha hecho: aguantar envites personales que la vida le ha dado y anteponer su obligación a cualquier otra opción.
Con el tiempo, esa actitud le ha hecho ganar enteros y acercar su figura.
La aparición de Corinna Larsen supuso un punto de inflexión. Que el matrimonio de los reyes estaba roto era un secreto a voces desde hacía tiempo, pero poner rostro a la mujer que en ese momento acompañaba a don Juan Carlos le hizo granjearse el favor popular a doña Sofía.
Desde ese momento, los índices de aprobación de la Reina emérita, que la Casa del Rey mide regularmente, se dispararon mientras que los de su esposo se desplomaron. Algo parecido ha ocurrido cuando se filtraron las grabaciones del comisario Villarejo en las que se oye a Corinna hablar del Rey emérito y de sus negocios.
La existencia de Corinna no era desconocida por doña Sofía, pero una cosa fue manejar el asunto en privado y otra que la noticia se convirtiera en noticia de primera página. Ante el revuelo general, la Reina emérita una vez más optó por actuar como una profesional y seguir adelante por el bien de su hijo.
Algo parecido ocurrió el pasado mes de abril en Palma de Mallorca, cuando tras la misa de Pascua hubo un gesto feo de la reina Letizia y la princesa Leonor a la petición de doña Sofía de hacerse una foto.
La madre de Felipe VI no perdió la sonrisa pese a la tensión del momento y, días más tarde, participó en varias puestas en escena programadas para intentar desmontar la idea de fricciones entre suegra y nuera. De nuevo la Reina emérita contó con el favor popular por lo sucedido. Pero esta aceptación sobre su figura no siempre ha existido.