“Succession”, una serie de intrigas que inicia en HBO
Succession, es la nueva apuesta televisiva de HBO y fue creada por Jesse Armstrong, autor de las series de comedia “Peep Show” (2011-2013) y “Carne fresca” (2011-2016).
Con su característico estilo de comedia sarcástica, Armstrong nos adentra en la historia de Logan Ray, dueño del quinto conglomerado más grande de noticias y entretenimiento, y de sus cuatro berrinchudos, mimados y astutos hijos.
El personaje es interpretado por Brian Cox (X-Men 2) y está inspirado en el controversial Ruper Murdoch, director ejecutivo de Fox News.
Logan debe elegir a uno de sus cuatro hijos para sucederlo al frente de su emporio, pero cae gravemente enfermo antes de poder hacerlo. Ante la incertidumbre, los hermanos Ray jugarán sucio para ver quién es el que logra quedar al frente de la compañía familiar: Waystar Royco.
Los cuatro hermanos tienen personalidades muy fuertes y son capaces de llegar a la agresión física a la menor provocación.
Por un lado, está Kendall (Jeremy Strong), un divorciado que todo el tiempo quiere complacer a su padre.
Sigue Shiv (Sarah Snook), la única mujer de los cuatro y la más astuta, por lo que no acepta órdenes de nadie, ni siquiera de su padre.
Roman (Kieran Culkin) es la oveja negra de la familia y el que siempre aparenta no estar interesado en quedarse al frente de la empresa, pero mostrará su verdadera cara conforme avance la historia. Por último, está Connor, tal vez el más blando y menos exitoso de los cuatro Ray.
Los libretistas del show deben llevarse la mayoría del crédito, pues son los personajes quienes cargan por completo el ritmo de la trama. Entre rivalidades y favoritismos, la historia de “Succession” tiene ese magnetismo porque explota la dinámica de cualquier familia disfuncional, pero aumenta las apuestas al añadirle el peso de la búsqueda por el poder político y económico. Si algo demuestra este programa es que, hasta en las familias más acomodadas, el odio y la envidia también echan raíz, sólo que ésta es todavía más venenosa.
“Succession”, que bien puede catalogarse como el Game of Thrones del drama familiar, cuenta con un guión repleto de sarcasmo y comentarios impertinentes, así como cliff-hangers dignos de cualquier serie original de HBO. Está compuesta por 10 episodios en los que ser verá que el poder no es la única motivación detrás de esta historia, sino que poco a poco revela la complicada relación que existe entre cada participante, lo que hace a la serie más adictiva.
En definitiva es otro gran acierto en la pantalla chica que cautivará al público.