PROSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO PLURINACIONAL
Nuevamente, el poder central pretende modificar -abrir, le llama- la Constitución Política del Estado. La apertura daría lugar a que -otra vez- se ponga en (millonaria) consulta popular la modificación de algún artículo (¿o del mismo Art. 168?) que habilite la reelección del binomio Evo-Álvaro.
Hace tres meses, solo tres meses, la mayoría de los bolivianos le dijo no a la modificación de la Constitución y con ello no a la posibilidad de una reelección de Evo-Álvaro. En aquel entonces, el presidente Morales dijo que si el pueblo boliviano se manifestaba con un no, él, calladito se iría a su casa. ¡Mentira! El pueblo dijo no y Evo insiste en ser reelegido para lo cual, al parecer, apelará a sus abogados metedores y al bolsillo del ciudadano para dibujar una nueva salida prostitucional que lo habilite porque dice, y dicen sus correligionarios, que la oposición jugó sucio y manipuló la aspiración del pueblo boliviano.
La Constitución Política del Estado ya no es la pretendida señora que decía ser aunque fuera parida de forma clandestina y con fórceps. Su propio padre la ha prostituido para su beneficio. Hoy es una damita de compañía a quien le abren las piernas para satisfacer la necesidad de poder del mandatario que nos dijo e insistió que gobernaba escuchando al pueblo. ¿Otra mentira?
Tantas cosas nos dijeron, y tantas otras evidenciamos, y aun así, los amantes de la prosti se empeñan en mantenerse en la orgía mientras los hospitales de tercer y cuarto nivel son discurso y el hospital de quemados de Cochabamba no tiene ni agua ni pilas porque se caen; los padres de los niños afectados tuvieron que enojarse para que los elegidos se dignen en dar agua y cambiar las llaves. ¿Competencia nacional, departamental, local? ¡Y a quién le importa a esta altura! Hay cosas en Bolivia que no funcionan y que no encuentran diferencia de trato entre uno y otro porque resulta que ese uno y ese otro, son la misma miseria.
Nos cuentan historias lindas de una Suiza sudamericana mientras la calle de ida es aplanada por 850 trabajadores de una fábrica estatal de textiles que ha quebrado porque los estadistas del gobierno decidieron -por afinidad ideológica- cambiar el mercado norteamericano por el venezolano, y este “les falló” comprándoles a la muerte de un obispo. ¡Estado, gran administrador!
Y así, con la reputación cuestionada, los parroquianos responsables insisten en hacerse del poder a costa de violación tras violación.
Por la calle de vuelta, decenas de personas con discapacidad no encuentran solución a su demanda; historia linda la de “somos de la cultura del diálogo”.
Historia de fábula la del pachamamismo pues resulta que Bolivia había sido el cuarto país con mayor deforestación del mundo. Madre Tierra ¿otra damita prostituida?
La clase media dice que igual va a re-re-ganar el no en un próximo referéndum. Más allá de ser posible o no, el solo hecho de proponer un nuevo proceso electoral me parece una ofensa mayúscula al pueblo boliviano, a su decisión y a su institucionalidad. ¿Cuántas veces se abusará de la damita prosti para ver cómo el macho satisface sus egos más vitales?
Es indignante constatar que el gobierno haya sido incapaz de verse a sí mismo. Ni un intento por colocarse frente a un espejo y preguntarse qué hizo mal o qué dejó de hacer; impresionante su falta de humildad para aceptar errores o debilidades y más bien amenaza con la fuerza del poder abusivo dando muestras plausibles de injusticia, amedrentamiento y autoritarismo.
Mónica Olmos Campos
Comunicadora Social y Doctora en Ciencias de la Educación.
elblogdelamolmitos.wordpress.com