Siente cocina y ayuda
Cuatro jóvenes, tres alemanas y una boliviana, dos señoras cochabambinas, un adulto estadounidense de padre boliviano, otro joven adulto y su niña, también cochalas, entusiastas y concentrados escuchan las indicaciones de Rocío, algunos, y otros, cuchillo en mano, se afanan cortando tomates y queso. Están cocinando papas a la huancaina y preparando el postre de maicena con manzanas que en poco menos de una hora comerán, todos juntos, en el mismo ambiente casi festivo que comparten desde hace un buen rato, en la cocina, el comedor y el patiecito anexo del hostal Runnig Chasqui, en la calle España.
Unos son turistas, otros viven en la ciudad y todos están aquí con el mismo propósito: aprender a cocinar, compartir y apoyar una causa solidaria con quienes les enseñan: Rocío y Vanesa, ambas madres de niños con cáncer pacientes del pabellón oncológico del Hospital del Niño,en el Complejo Hospitalario Viedma.
“Siente Cochabamba” se llama esta iniciativa que reúne cada sábado, desde hace seis semanas, a un grupo, de turistas o no, y a una o dos madres de niños enfermos.
“Hay varios objetivos”, dice Sarah Abdoo, una joven inglesa graduada en psicología y filosofía de la universidad de Oxford. Ella es la arquitecta de esta novedosa experiencia que pretende ser “una celebración de la cultura”.
“Uno de los objetivos es que mujeres que están en situaciones difíciles tengan la oportunidad de hacer algo diferente, por un ingreso justo. Trabajamos con mujeres que tienen hijos con cáncer, en el oncológico pediátrico y no pueden trabajar porque están todo el día en el hospital. Entonces es una oportunidad buena para ellas.
Ganan algo haciendo loque para ellas es natural, y que para que los turistas es algo… mágico, como cortar la cebolla en su mano. Cosas así que son muy naturales, en su forma de cocinar, sorprenden a los turistas. Es muy lindo verlas cocinando como han aprendido a hacerlo, los turistas valoran mucho esta experiencia. Y esas señoras se sienten muy valoradas, como personas, más allá de ganar algo de dinero”, cuenta sonriente la joven voluntaria que tuvo la idea de este proyecto mientras hacía turismo en Brasil.
“Normalmente, estas mujeres nunca han tenido contacto con los turistas y cuando están en el taller se las ve sonrientes, muy seguras de ellas mismas, contentas de enseñar lo que saben. Y los turistas, en general vienen y no tienen ocasión de apreciar de cerca la cultura local, su riqueza, la sabiduría de la gente, el conocimiento que tienen.
Y ese es el otro objetivo de estos talleres: conectar estos dos mundos tan ajenos, el de los habitantes y el de los turistas. Yo lo sé porque he estado viajando unos siete a ocho meses antes de llegar a Bolivia, y lo que veo es que los turistas muchas veces no se animan, por ejemplo, a ir al mercado a probar una comida típica por los riesgos de enfermarse con una infección intestinal.
En estos talleres, no sólo ven cómo se cocina la comida, sino aprenden a prepararla, pueden apreciar los sabores, conocer los modos propios que tienen estas mujeres de hacer estas cosas. Entonces esta actividad es completamente nueva por esas características”, explica Abdoo.
Son dos mujeres que animan esta sesión, ambas cuentan sus historias sin lamentarse , con un evidente optimismo.
“Están en una situación difícil, aunque no se ve porque las mujeres están tan llenas de amor, de vida, de sabiduría… Yo las aprecio mucho, ganó un montón con verlas hacer su trabajo, es muy lindo, muy lindo…”, dice la voluntaria.
El mismo entusiasmo se manifiesta en las opiniones de los participantes del taller,“siete, porqueno hay más espacio”.
“Lo más importante en esto es que ellas disfruten del proceso, porque si disfrutan los turistas se sienten más cómodos también y todo fluye”, dice la organizadora. Y tiene mucha razón,pues más que un taller de cocina parece una fiesta familiar que, además, se anuncia en Facebook en la página Siente Cochabamba.
"Sarah Abdoo
Tenemos que ser muy humildes, ellas deciden el menú. Por ejemplo, cuando una propone de postre pan de Arani con palta, para mí eso es un almuerzo, no un postre, pero quién soy yo para juzgarlo… es mi filosofía y hasta ahora nos va bien."
SU MOTIVACIÓN ES APRENDER Y TAMBIÉN AYUDAR
Mareike Zapp
Quiero conocer la cultura de Bolivia y la cultura es también la cocina, por eso estoy aquí.
Marc Peredo
Esta actividad me sirve para conocer más las cosas de la cultura de mi padre.