Mariana Panuncio: “Precisamos una movilización climática sin precedentes”
Texto: Rafael Sagárnaga
Fotos: Cortesía de la entrevistada
A la reciente cumbre mundial del clima, COP 23, el planeta llegó afectado por un nuevo récord de emisiones de gases contaminantes. Ello deriva en el creciente riesgo de que en contados años más la temperatura terrestre se incremente en 2 grados centígrados, más que en tiempos preindustriales.
Dicha subida causaría un incontenible colapso, cuyos únicos precedentes se hallan hace miles de milenios. En la COP 23, además, el Gobierno de la primera potencia lució su condición de haber renunciado al acuerdo alcanzado hace dos años para que todos los países eviten la catástrofe global.
Sobre las esperanzas surgidas en el encuentro y sus características, OH! conversó con la directora latinoamericana de la Fundación para la Vida Salvaje (WWF, por su sigla en inglés), Mariana Panuncio-Feldman.
Los indicadores señalan que la crisis climática se agrava, el mundo científico ha lanzado un grito desesperado de alarma y paralelamente surgen posturas como las del Gobierno de Donald Trump. En ese panorama tan adverso, ¿dónde considera que se halla ahora la esperanza para que el planeta reencamine sus pasos para evitar la catástrofe climática?
Ésta ha sido la primera cumbre real de implementación del Acuerdo de París. La cumbre del año pasado, la COP22, fue de transición. Allí se celebró la entrada en vigor del acuerdo y se empezaron a trabajar los primeros elementos de la infraestructura que le dará detalles.
Ha sido la cumbre donde los Gobiernos del planeta se arremangaron para diseñar los lineamientos que le van a permitir a los países implementar el Acuerdo de París. Con ello se ha buscado asegurar que las acciones que tomen y luego los reportes que hagan al respecto sean comprensibles y transparentes. Esto podría generar un entendimiento colectivo de hacia dónde estamos avanzando. También debe generar confianza y potenciales de mayor colaboración.
Más allá de la turbulencia política que pueda haber, es un momento muy importante porque los países se comprometieron a diseñar y completar estas reglas para la siguiente cumbre, que en 2018 se realizará en Polonia. Por lo tanto, marcan la base de lo que se tiene que hacer.
El otro tema es la implementación. Los países del mundo pusieron metas sobre la mesa en 2015. Estas metas primero deben ser implementadas en todo el mundo porque fueron nacionalmente determinadas. Y hemos visto que empieza un avance en esta dirección. Pero lo que sí debemos recalcar con muchísima fuerza es que hay que acelerar el paso en el proceso de implementación.
Lo que sabemos también es que estas metas, incluso si fueran implementadas a cabalidad, no son suficientes. Entonces, en estas negociaciones de Bonn se negoció el diseño de un diálogo que tendrá lugar el año que viene. Será un diálogo que abordará tres preguntas: ¿Dónde estamos?, ¿hacia dónde tenemos que ir? y ¿cómo podemos llegar allí? De manera que, en 2020, los países puedan revisar las metas que pusieron en 2015 y mejorarlas con base en nueva información, oportunidades, etc.
¿Cómo influyen en ese escenario los actores no estatales y subestatales que esta vez se hicieron sentir más que en otras cumbres?
A eso iba. El mensaje de esperanza también surgió cuando vimos un tremendo apetito de involucramiento de otros actores de la sociedad, aparte de los Gobiernos nacionales. Ellos también empujan por una mayor acción climática. Hablo de ciudades, de gobiernos subnacionales, sindicatos, sector privado, inversionistas, congregaciones religiosas, pueblos indígenas.
Hubo muchos representantes de esos grupos en Bonn que mostraron que se está tomando acción climática, ahora que existe la posibilidad y la oportunidad de hacer mucho más. Mostraron que hay muchísimo apetito para que sea posible avanzar más rápido juntos.
Un ejemplo muy esperanzador fue la delegación de actores subnacionales que llegó desde Estados Unidos.
¿Cuál considera que es el peso real de estos actores subestatales y no estatales para que los acuerdos por el clima se cumplan oportunamente?
El Acuerdo de París fue histórico, no sólo porque reconoce el mandato que tienen los Gobiernos de cumplir los acuerdos, sino además porque reconoce que para alcanzar las metas necesitamos el involucramiento de todos los actores de la sociedad. Ahí suman todos los que mencionamos y también los individuos. Las personas, de manera individual, pueden impulsar logros.
Esto es muy importante porque todos los actores de la sociedad pueden ayudar a reducir emisiones contaminantes y realizar acciones para frenar el cambio climático. Es también importante porque sienta una base que puede dar apoyo a los Gobiernos nacionales en el proceso en que estamos encaminados. Pero también pueden ayudar cuando la voluntad política se debilita.
Normalmente, para avanzar, tenemos una alineación de fuerzas a todo nivel: nacional, subnacional y local, entre todos los actores. Pero también el panorama puede ser cambiante. Y en un contexto como el de Estados Unidos, hoy, lo que vemos es que a pesar de que el Gobierno Federal le ha dado las espaldas al Acuerdo de París, ha surgido un movimiento sin precedentes. Éste incluye a ciudades, Estados, pueblos indígenas, congregaciones religiosas, universidades. Desde el momento en que el presidente Trump anunció que iba a retirar al Gobierno Federal del acuerdo de París, esta coalición le dijo “no”. Dijeron: “Nosotros seguimos comprometidos con el Acuerdo de París. Y no sólo eso, sino que pondremos ahora de nuestra parte para que Estados Unidos alcance las metas que se comprometió como país”.
Esta coalición surgió 72 horas después del anuncio. Desde entonces, creció y ganó fuerza. Pasó de 1.200 signatarios a más de 2.500 en pocos meses. Es una coalición que fue a Bonn a mostrar qué acciones está tomando ahora y por qué estas acciones tienen no sólo beneficios climáticos, sino también socioeconómicos para la sociedad y la economía estadounidenses. Igualmente mostraron cómo esto le beneficia al mundo. Fueron líderes estadounidenses que le dijeron al resto de la comunidad mundial: “Nosotros estamos aquí, cuenten con nosotros, estamos comprometidos con esto. Existen otros líderes en Estados Unidos que sí van a seguir llevando la bandera del Acuerdo de París.
¿Con qué otros elementos, al margen de los mencionados, se debería apuntalar esta causa planetaria?
El gran desafío es el de la implementación y la velocidad. La tarea que viene es realizar una reingeniería de la economía y la sociedad a nivel mundial.
En 30 años debemos pasar de potenciar nuestras economías a través de los combustibles fósiles y la conversión de ecosistemas naturales, a potenciar nuestras economías y sociedades por medio de las energías renovables y un manejo sostenible de los ecosistemas naturales.
Este proceso, en 30 años, tiene que involucrarnos a todos. Es una movilización como no hemos visto antes. Y lo que necesitamos también es acelerar el paso, colaborar. De tal manera que podamos alinearnos con las metas que se fijaron en París. Es una meta en la que todos tenemos parte para darles futuro a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.
USA
Desde que Trump anunció La retirarADA del Acuerdo, la coalición dijo “no”.
PENDIENTE
La tarea que viene es una reingeniería de la economía y la sociedad a nivel mundial.
METAS
“Sabemos que estas metas, incluso si fueran implementadas a cabalidad, no son suficientes”.
Perfil
Mariana Panuncio Feldmanes es directora senior de cooperación climática internacional de la WWF.
Desde ese cargo coordina los esfuerzos de esta fundación para impulsar la acción climática de gobiernos, empresas y sociedad civil.
Es bióloga especializada en co servación. Nació en Argentina.