Ronald Casso: “BoA es una realización de vida, un hijo”
Posiblemente sea el ejecutivo con mayor permanencia a la cabeza de una de las empresas estatales más estables del actual Gobierno. Es más, la empresa responde en gran medida a un proyecto suyo y tuvo el reto de reemplazar a un emblema de la aviación internacional como fue Lloyd Aéreo Boliviano. El teniente coronel Ronald Casso Casso conversó con OH! sobre el significado de pilotar durante ya más de una década a Boliviana de Aviación (BoA).
Ya está hace 11 años en este cargo.
Estoy desde el inicio, he escrito el proyecto que se llama Línea Aérea Estatal y he recibido la confianza de las autoridades de nuestro Gobierno para montar el proyecto.
¿Cómo nace BoA?
El proyecto se escribió y teníamos una frase que resume: cinco aviones en cinco años y 35 por ciento del mercado. Era nuestra meta, así estaba el proyecto escrito para cinco años. Y hemos empezado con el sueño y lo mejor que pudo ocurrir fue conformar un equipo brillante de gente joven, soñadora, con ganas porque hemos pasado muchas dificultades. Ese ha sido el primer paso y le hemos puesto mucho cariño pero también mucho conocimiento técnico. Hemos aplicado buenas estrategias. Y nos ha ido muy bien. A los cinco años hemos llegado con el doble, con 10 aviones y al doble del mercado.
¿Cómo entra usted a formar parte de BoA?
En la crisis de Lloyd se formó un equipo de crisis. Me invitó el Comandante de la Fuerza Aérea y me pidió que lo ayude. Era trabajo con embajadas y líneas aéreas. Luego hicimos un diagnóstico para ver qué se venía para adelante. Bolivia tenía Aerosur y la conclusión fue que se necesitaba solucionar la crisis de los pasajeros detenidos.
Lloyd pedía mucho dinero para reflotar. Ya en coordinación con las autoridades se resolvió crear una línea aérea. Todos volvimos a nuestras entidades y yo, al volver a la Fuerza Aérea, también era docente en planificación estratégica, así que me motivé a escribir un proyecto para hacer una ampliación de la línea aérea TAB, de carga. Me convocaron como autor del proyecto y tuve que rediseñar de forma independiente. Ahí paso al Ministerio de Obras Públicas, y allí hicimos el diseño final de BoA.
¿Esto fue destino?
Creo que Dios hace su parte. Yo estudié pilotaje y por un tema de vista estudié electrónica, salí de eso y me cayó una maestría en Administración de Empresas con especialidad en Marketing y me fui a trabajar a control de calidad en mantenimiento de aviones y luego me pasaron a la parte financiera de la Fuerza Aérea. Gracias a Dios, hoy tengo mucha experiencia.
¿Cuáles son los logros en términos financieros?
El Estado destinó 15 millones de dólares en el mismo decreto de creación para construir la empresa. Hoy se han convertido en algo más de 70 millones de dólares de patrimonio. Algo interesante es que el Estado, ese mismo Tesoro General de la Nación que sacó 15 millones para un emprendimiento, sólo en impuestos, por parte de BoA ya ha recibido más de 170. Más de 10 veces lo que se destinó, solo en impuestos.
Bolivia nos aceptó. Más allá de que reconocemos que hay errores y seguimos cometiéndolos y tenemos algunas deficiencias de personal, pero al mismo tiempo creemos que estamos en la capacidad de resolver las deficiencias y de seguir creciendo.
¿Qué innovaciones tecnológicas se han realizado en BoA?
Los últimos años los hemos destinado a la transformación del servicio. Entonces tenemos un equipo de 30 ingenieros en el área informática, que han hecho una transformación, han digitalizado la empresa. Hemos digitalizado internamente con softwares hechos en casa a la medida y con unas aplicaciones adquiridas de tal forma que hoy tenemos una empresa liviana en el sentido administrativo. También hemos trabajado en la digitalización de la llegada hacia el usuario.
Hablemos del centro de entrenamiento.
El otro eje de crecimiento en este negocio de la aviación va en el entrenamiento, es como un globo, hemos hecho un buen negocio fuerte, pero sabes que por dentro tienes que convertirla en una industria para que sea más duradera. Eso significa que los recursos deben ser propios y debes tender al autoabastecimiento y autosustentación, y por eso hemos empezado a formar pilotos.
El centro de entrenamiento tiene una inversión de 4 millones de dólares y el objetivo de formar pilotos para que BoA no tenga problemas en el futuro.
¿Cómo marcha el mantenimiento de la aerolínea?
Conseguimos un crédito de 15 millones de dólares y hemos comenzado a construir nuestro centro de mantenimiento este año. Esperamos que, en dos años, BoA tenga la capacidad de hacer el mantenimiento mayor a sus naves en Cochabamba. Eso va a tener un impacto muy grande no sólo en las finanzas de la empresa, sino en la parte operativa y en el país.
Para tener una idea, BoA hace 13 mantenimientos al año en el exterior, de esos mantenimientos, el precio en promedio es alrededor de 1 millón de dólares que se van directamente al exterior y se podrían quedar en Bolivia generando mano de obra, y por último, generando otra economía en Cochabamba. Estamos muy orgullosos de ser la segunda empresa en el departamento en pago de impuestos. Estamos entre las 50 que más recaudan impuestos en Bolivia.
A nivel de la economía ha habido un estancamiento y una contracción a nivel del mercado aéreo. ¿Cómo le va a BoA?
El mercado aéreo ha tenido los últimos años un crecimiento sorprendente, primer crecimiento en toda Latinoamérica, cuadruplicando el mercado desde el 2005 al 2015. La cantidad de pasajeros en Bolivia se ha multiplicado por cuatro. El 2016 ha crecido 12 por ciento; el 2017, sólo 7 por ciento, y creo que el 2018 estaremos con un crecimiento entre 3 y 4 por ciento. Pero no es un estancamiento, sino que estamos entrando a la capacidad plena del mercado en cuanto a la demanda de transporte aéreo.
¿Qué ciudades tienen en mente para ampliar rutas?
Estamos ampliando a capitales de departamento. Otras ciudades como Uyuni, Chimoré, Monteagudo, Yacuiba, pero nos quedan algunas pendientes como Riberalta, Guayaramerín y Rurrenabaque para estimular el turismo.
¿Y rutas internacionales?
Volamos a Madrid, Sao Paulo, Buenos Aires, Salta, República Dominicana, vuelos no regulares a Cuba y tenemos el proyecto Lima que está pendiente. Esperamos iniciar a comienzos del próximo año. Tenemos el desafío de Washington que es un mercado especial, tiene que ver con la situación socioeconómica de los bolivianos allá. Para solucionar, estamos aplicando las alianzas. Hemos afirmado una alianza con American Airlines, hoy ofrecemos vuelos conjuntos. Tenemos acuerdo con Iberia, lo que hace que vendamos boletos a Madrid con destino a todas nuestras ciudades. Ahora vamos a la terminal 4, que es la más moderna, volamos allí y combinamos con ellos.
¿Cuáles son las limitaciones?
Tenemos un país difícil para el transporte aéreo. En aeronáutica, hablamos de aeropuertos especiales cuando un aeropuerto tiene alguna limitación por pista, por viento u obstáculos. Los pilotos toman recaudos a la hora de enfrentar estos aeropuertos. En Bolivia tenemos sólo un aeropuerto que no es especial: Viru Viru. Necesitamos aviones de diferentes capacidades y no siempre una empresa tiene la capacidad financiera de tener varios tipos.
¿Cuántos aviones tiene BoA?
Tenemos 22 aviones, 10 clásicos 737-300, seis de nueva generación 737-800 y 700, tenemos cuatro 767 y dos CRJ, pensados en las rutas que actualmente desarrollamos.
¿Cómo está conformada la familia BoA?
Empezamos en el Viceministerio de Transportes y contratamos a un consultor. Éramos siete personas al inicio y, de éstas, cinco hoy siguen trabajando en BoA. Hoy tenemos 1.700 empleados en Bolivia y en cinco países.
Hubo bastantes denuncias contra BoA de malos manejos.
Hemos enfrentado muchos problemas técnicos que se dan en aviación, aunque tenemos excelente estadística en seguridad de vuelos, certificada internacionalmente hace ocho años. Sin embargo, incidentes ocurren. Hemos ido tratando de resolver de la mejor manera científica y técnica. En el tema comunicacional creo que no hemos sabido manejar muy bien, lo que nos ha llenado de observaciones de fuera.
Por el hecho de ser empresa pública es más exigente el público mismo y debemos saber responder. Internamente sabemos lo que estamos haciendo, pero considero que no puedo echar a perder todo esto por una minucia, dinero o un interés. Ésta es una realización de vida para mí, como un hijo en el tiempo. Que internamente pueda haber gente que haga cosas inapropiadas, primero somos muy claros en decir a la gente lo que haga es su responsabilidad. Hemos hecho muchos procesos internos y hemos despedido pilotos, mecánicos, administrativos por observaciones, equivocaciones o actuaciones de mala fe.
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PERFIL
RONALD SALVADOR CASSO CASSO
Es tarijeño y tiene 51 años. Es gerente general de la Empresa Pública Boliviana de Aviación (BoA) desde enero de 2008 hasta la fecha. Se formó inicialmente como piloto militar con estudios en Bolivia y Brasil, tiene el grado de teniente coronel. Luego, realizó estudios de Ingeniería de Sistemas Electrónicos, Administración de Empresas y Marketing. Ha sido docente de la Escuela Militar de Ingeniería y de la Universidad Salesiana.