¿Las cáscaras y tallos de los alimentos tienen valor nutritivo?
¿Sabía usted que la cáscara de la naranja tiene 40 veces más calcio que la pulpa? ¿Y que la cáscara de mandarina y de la manzana contienen el doble de vitamina C?
La cáscara de la piña no se queda atrás: tiene 38 por ciento más de vitamina C y ni qué decir de los tallos de berro, remolacha, perejil y brócoli, que son muy ricos en fibra e importantísimos para la función intestinal.
No se pueden desperdiciar todos estos nutrientes, una importante fuente de alimento, que hace tan bien a la salud.
Para los que piensan que el sabor no es tan bueno, aquí van tres consejos de una sabrosa preparación.
1. ¡Comience bien! Eso significa elegir bien las frutas y las verduras. Al momento de comprar, dé preferencia a los que están más frescos y conservados y no compre demasiado; calcule bien para que no le sobre. Antes de consumirlos, lave adecuadamente los alimentos, usando bastante agua y no se olvide de emplear productos a base de hipoclorito de sodio para dejarlos libre de gérmenes y bacterias.
2. Las cáscaras de papa y zanahoria pueden ser tostadas y servidas como aperitivo. Con las cáscaras de naranja, mandarina o de maracuyá se pueden hacer gelatina. Las cáscaras de piña, lima y de limón se pueden utilizar para hacer deliciosos refrescos. Experimente. ¡Es una delicia!
3. Los tallos de berros, brócoli, perejil, col o de remolacha pueden ser picados o triturados y colocados en las masas de tortillas, en omelet, en ensalada, o en rellenos de tartas. Los pedazos pequeños se pueden colocar en guisos. Aumente la cantidad de fibras y permita que estos platos sean vuelvan más nutritivos.
Use su imaginación y no desperdicie nutrientes importantes.