Bailar para seguir viviendo
Armando, de 86 años, con pañuelo en mano, se ofrece como voluntario para cerrar la sesión y bailar en el centro de la pista. Su postura agachada, un sombrero y aparentemente los ojos cerrados, le hicieron pasar desapercibido durante la media hora de terapia, excepto en el final.
Este interno del Centro de Rehabilitación Geronto Geriátrica Integral (Ceregger), que apareció hace unos meses en la puerta de la institución, extraviado, comparte historia con otros 30 pacientes que se recuperan de enfermedades graves o son tratados de males crónicos.
No es fácil para los ancianos estar solos o separados de sus familiares, y las horas de terapia psicológica y terapia ocupacional son claves para ayudarles a superar sus problemas físicos y emocionales.
Una de estas terapias, el psicoballet (psicología y baile), reunió a don Armando y a sus pares, mientras Los Tiempos visitaba el lugar, en una sala a la que fueron entrando poco a poco, en sillas de ruedas, ayudados por personal de apoyo y por algún familiar que se encontraba en el sitio.
Inicialmente, el silencio, tal vez una sombra de tristeza, parecían apoderarse del lugar hasta que la música comenzó a sonar. Pese a estar postrados en las sillas, varones y mujeres, algunos con mucho esfuerzo, incluso gestual, pudieron moverse al ritmo de cueca, morenada o bailecito. Y al cerrar, el inesperado protagonismo de Armando.
Nataly Zapata, directora general del centro, explica cuál es la causa del cambio de actitud de los adultos mayores con terapias como el psicoballet. “Les ayuda bastante porque se sienten ocupados, en un ambiente donde interactúan. Quieren atención. Quieren sentirse importantes”, dice.
Agrega que con algo tan sencillo como bailar o realizar alguna terapia ocupacional, los ancianos se sienten útiles. “Nosotros como sociedad les hacemos sentir inútiles, que ya terminó ahí su vida. No quieren terminar su vida ahí”, indica Zapata.
Canal de comunicación
Luisa, Elsa, Hilarión, Fortunata, Carolina y María Rosa son también pacientes del Ceregger y en la sesión de psicoballet no dudaron en agitar el pañuelo, manejar una matraca y aplaudir.
La mayoría de los adultos mayores internados en el centro tienen demencia, sufrieron accidentes cerebrovasculares (ACV), hemiplejias, enfermedades degenerativas crónicas como, artritis reumatoide y artrosis. Muchos sufrieron caídas y múltiples fracturas; otros padecen las consecuencias de la diabetes y del cáncer de próstata.
Algunos de estos males provocan parálisis o daños neurológicos que impiden a los ancianos comunicarse verbalmente y se pensaría que más aún bailar. Sin embargo, la terapia de la danza revierte esas limitaciones.
El psicoballet, como toda psicoterapia, explica la psicóloga María Renée Zapata, es un proceso de comunicación y a través del movimiento ésta se hace muy amplia, es decir, se establece un canal extraverbal, natural y fácil de utilizar por adultos mayores que por una u otra causa han sufrido interferencia en su medio de comunicación normal.
Indica que los beneficios de este trabajo terapéutico en el adulto mayor se dan en tres niveles, físico, social y psicológico. En lo físico: mejora y mantiene la memoria, mejora la movilidad articular, especialmente en manos y pies, mejora la respiración y por lo tanto la circulación. En lo social: genera un campo de relación con sus pares, familia y entorno.
En el nivel psicológico: ayuda a canalizar tensiones, emociones y sentimientos, mejora la iniciativa, la creatividad y su desarrollo personal en general y finalmente en lo afectivo además de fortalecer lazos afectivos familiares, ayuda a que asuman de mejor manera su nuevo cuerpo.
Pero la terapia del baile puede ir más allá, dice Zapata, y conseguir que la persona encuentre un ámbito seguro, incondicional, donde se le valore como persona, donde pueda crecer y compartir, creando autoconfianza que le permitirá adaptarse adecuadamente a todos los cambios de la edad.
“Por esto, cualquier camino que se tome para que la persona mayor siga conectada a su mundo, y mantenga o cree relaciones, promoverá la ilusión y un deseo de levantarse cada día; este es un camino adecuado y saludable para la mejora del bienestar de la persona”, agrega la psicóloga.
El Centro de Rehabilitación Geronto Geriátrica Integral (Ceregger), ubicado en Cochabamba, comparte su experiencia en el tratamiento psicológico de adultos mayores que afrontan males físicos de todo tipo, además de soledad
OPINIONES
Nataly Zapata. Directora Ceregger
“Muchos de los adultos mayores que vienen al centro han trabajado antes y llegan a un lugar donde no hacen nada. Entonces tratamos de darles actividades como el psicoballet, les hacemos jugar bingo. Les preguntamos qué es lo que más les gusta hacer. Son cosas tan sencillas que son esenciales, el sentirse útiles, nosotros como sociedad les hacemos sentir inútiles, que ya terminó ahí su vida. No quieren terminar su vida ahí”.
María Renée Zapata. Psicóloga Ceregger
“Los adultos mayores en general sufren una decadencia de las funciones sensoperceptivas, ello origina un aislamiento e incomunicación entre el anciano y su mundo. Esta degeneración del funcionamiento del cuerpo, tanto en sus condiciones físicas como intelectuales, hace que la persona deba adaptarse a sus nuevos límites, he ahí la importancia de la danza como terapia en el adulto mayor”.