Diplomados, actualización acertada, rápida, enfocada y a menor costo
Cuando de actualizar conocimientos de la forma más rápida se trata, los diplomados se convierten en una herramienta base para cualquier persona en su hoja de vida o, más preciso, en el trabajo desempeñado.
Es muy cierto que las empresas deben trabajar mucho en innovación, en este sentido los diplomados le apuestan a esta propuesta con preparación acertada para lograr esa transformación.
Ventajas
Si crees que no cuentas con el tiempo para continuar tu formación, una buena opción para ampliar tu nivel de profesionalización en tan sólo unos meses es estudiar un diplomado.
Si piensas que con haber concluido una licenciatura ya tienes la suficiente preparación profesional, estás muy equivocado. La educación es un proceso continuo y más en estas épocas tan competitivas.
Y es que, ya sea por las exigencias del mercado laboral, el deseo de escalar posiciones en una empresa o el simple gusto de aprender cosas nuevas, seguir estudiando es una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar en tu vida. En este sentido, estudiar un diplomado resulta una forma ideal para adquirir habilidades y conocimientos y, lo que es mejor, con ciertas ventajas a tu favor.
Actualización constante:
La gran ventaja que tienen los diplomados es que tienen la capacidad de actualizarse en forma constante, ya que la velocidad a la que se mueven es mucho mayor a la de otros postgrados, como una maestría o un doctorado.
Capacitación enfocada:
Por lo general, un diplomado se enfoca en capacitarte mediante herramientas técnicas indispensables para ser aplicadas a la realidad laboral. Por lo tanto, pueden hacer de ti un profesional muy capacitado y competente.
Flexibilidad de conocimientos:
Si cursas un diplomado no necesariamente debe estar asociado al sector en el que te formaste. La oferta de cursos es muy amplia y puedes ampliar tus horizontes profesionales en otras áreas como las habilidades blandas, el liderazgo, la gestión de recursos humanos o el manejo de las redes sociales.
Catapulta tus oportunidades laborales:
Tener un diplomado enriquece tu currículum, lo que te convierte en un profesional más competitivo que te hace diferenciarse del resto. Esto lo aprecian muchos los reclutadores, lo que te puede brindar la oportunidad de acceder a un puesto de mayor jerarquía y, por lo tanto, a la posibilidad de obtener mayores ingresos.
Amplía tu networking:
Otra ventaja de cursar un diplomado es que te permite ampliar tu red de contactos, lo que te puede enriquecer tanto a nivel personal como profesional.
Vínculos profesionales entre profesores y estudiantes:
Muchas de las instituciones que imparten estos postgrados hacen seguimiento del graduado por parte de los profesores, estableciéndose vínculos muy cercanos entre ellos. En estas circunstancias, los estudiantes suelen mantener un contacto habitual con los docentes, quienes, incluso, llegan a convertirse en sus asesores en diversos temas.
Corta duración:
A diferencia de cursar una maestría o un doctorado, al estudiar un diplomado invertirás menos tiempo; quizás unos meses y no varios años. Esto te permitirá continuar con tus actividades laborales sin mayor problema.
Menor costo:
Al tener una duración más corta que los demás postgrados, es obvio que el costo de un diplomado sea menor. Ello, sin duda, te lo agradecerá tu bolsillo.
1.963
doctorados en Latinoamérica
La oferta de doctorados el año 2000 ascendía a 1.963 programas, impartidos en 343 instituciones de 16 países de la región.
CRECIMIENTO
Demanda nueva en Bolivia
En Bolivia, los primeros programas de postgrado se iniciaron en las Universidades Mayores de San Simón (UMSS) y de San Andrés (UMSA).
La UMSS inició el programa de Especialidad en Ginecológica en 1974 y la UMSA inició el primer programa de maestría en Ciencias de Desarrollo en 1984.
Sin embargo, fue a partir de la década de los 90 que la formación de recursos humanos, a nivel de postgrado, tomó impulso en Bolivia.
En ese sentido, la matrícula de postgrado en la universidad boliviana experimenta un incremento acelerado llegando a doblar su número en 1996 respecto al año anterior. Y, a partir de 1999, cobran real importancia las actividades de postgrado, en 2002, los estudiantes llegaron a 2.474, 64,31% más que en 1998.
Desde entonces, la tendencia creciente se mantuvo. La distribución de la población matriculada en el nivel de postgrado entre públicas y privadas no varía sustancialmente, el 41% corresponde a las privadas y 59% al sector público.
El año 2000, según datos de la universidad boliviana, se impartió 254 programas de postgrado que otorgan grado académico; es decir, maestría, doctorado o especialización.
El 42,91% corresponde a cursos de especialización, el 55,51% a cursos de maestría y el 1,57% a cursos de doctorado.