15 consejos para identificar y corregir a un niño “bully”
Actualmente el acoso escolar, mejor conocido como “bullying”, se convirtió en un tema importante para abordar en las escuelas y con los niños y adolescentes. Esta situación puede tener dos matices: la de la víctima, cuando un niño es acosado, y la del victimizador, cuando un niño es el acosador, mejor conocido como “bully”.
Como padres, enterarse de que su hijo pertenece al grupo de los niños “bully” puede ser muy frustrante, pues más allá del daño hacia sus compañeros, la conducta puede ser un indicador de otros problemas más grandes en el niño.
El psicólogo y pedagogo Luigi Cespedes comparte con los lectores algunos datos para identificar, corregir y prevenir la conducta “bully” en los niños, niñas y adolescentes.
IDENTIFICAR
1. Buscar el origen
Cespedes asegura que, ante todo, se debe entender que “la manifestación final es en el colegio o con sus compañeros, pero no es el punto de inicio de la alteración”. Se debe observar el entorno familiar, si el menor está expuesto a situaciones de violencia, habilidades sociales o aspectos de la personalidad.
2. Rol de los padres
Se debe observar el rol que tienen los papás sobre los hijos. “Estos casos están vinculados con autoridad, con padres excesivamente autoritarios o excesivamente permisivos, que no han sancionado o han sancionado muy estrictamente las conductas”, comenta el psicólogo.
3. Observar
Se debe observar la conducta del menor en diferentes contextos —sociales, familiares y educativos— y cómo se relaciona con sus compañeros, miembros pequeños de la familia o en salidas a parques y eventos.
CORREGIR
4. Diálogo
Según la página web de familia Bekia, especializa en temas familiares, el diálogo con el niño “bully” es importante, pues por este medio se puede comprender y descubrir la raíz del comportamiento.
5. Reestructurar la visión de autoridad
“Que haya violencia sobre otros niños significa que no está aceptando las normas sociales, y esas normas deberían haber sido trabajadas y establecidas de alguna manera en el hogar”, señala Cespedes.
Para esto se deben mostrar actitudes positivas en el hogar, designación de tareas, límites en ciertos privilegios, horarios para cumplir, etc.
6. Mostrar postura
Se debe mostrar al menor que hay acciones que no son aprobadas por ningún miembro de la familia y que esas conductas deben ser sancionadas.
7. Castigo sin violencia
El psicólogo asegura que no debe existir una sanción violenta, pues tras mucho castigo el niño ya no representa esto como una sanción o desaprobación ante una determinada conducta. “Como el niño ya está tan acostumbrado a que le quiten algo o le sancionen, ya no le importa lo que le pase ante cualquier otro castigo”, indica el experto.
8. Generar empatía
Los castigos, más que físicos, deben ser charlas y acciones que motiven al menor a tolerar a los demás y controlar sus propios sentimientos.
“Se debe hablar al niño de sentimientos: ‘Voy a sentirme mal si haces eso’, ‘me haces daño y haces daño a la familia con esas acciones’. Dando sanciones que no sean violentas pero implica un grado de desarrollo moral sobre el sujeto”, afirma Cespedes.
9. Alternativas a la resolución de conflictos
Se deben mostrar que hay formas de canalizar los sentimientos de ira con otras actividades, ejercicios de respiración y comunicación. Poner al menor en actividades grupales controladas para que aprenda el trabajo en equipo y el relacionamiento con sus compañeros más que aislarlo de los demás.
10. Fortalecimiento
Así como las conductas que lastiman a otras personas son castigadas, aquellas conductas que reflejan empatía con los demás deben ser premiadas y destacadas para generar sensación de bienestar en los niños y niñas.
“Se deben potenciar las conductas adaptativas, con recompensas y reforzadores positivos”, explica el psicólogo.
11. Prevención
El experto asegura que para evitar cualquier problema de adaptación o relacionamiento social el niño o niña debe ser preparado en casa desde una corta edad, mostrándole con ejemplos y acciones en el hogar algunas normas sociales con las que será expuesto en una etapa escolar inicial.
12. Castigo
Cespedes añade que muchos padres tienen miedo a ejercer límites y castigos sobre sus hijos. Sin embargo, la libertad total sobre las acciones de los niños con la justificación de su edad impide al menor entender las normas sociales, perjudicando su desarrollo social y adaptativo.
13. Equilibrio
Los padres deben ser equilibrados en su rol autoritario con sus hijos, sin excederse en los castigo y sin dejar en libertad a los menores.
14. Cuidado a los demás
Desde pequeños, los niños deben generan empatía con sus semejantes. El experto indica que para esto se debe enseñar al niño a respetar y cuidar a animales y platas. “Llevarlos al parque y enseñarles que deben respetar el orden para usar los juegos. Mostrarles el cuidado que se debe tener con animales y plantas es un buen ejercicio”, desarrolla el psicólogo.
15. Autoridad
No se debe quitar la autoridad que algunos mayores ejercen sobre los niños. “Muchas veces, la mamá llega del trabajo y, al encontrarse con el niño, le quita la sanción que la niñera, los abuelos o alguien le puso por una mala conducta, eso es quitar autoridad”, concluye el experto.
CONSECUENCIAS DE NO CORREGIR
Cuando las conductas de agresividad o apatía no se corrigen a tiempo, el psicólogo indica que se puede desarrollar una personalidad antisocial e incluso podría ser un riesgo para la sociedad con el tiempo. En algunos casos se pueden generar conductas psicopáticas.
Al no atender el problema a tiempo, algunas instituciones pueden privar el contacto del individuo con el contexto y el ambiente por su historial, lo que puede producir cuadros depresivos e incluso el suicidio causado por la sensación de rechazo y aislamiento.