En el Inti Raymi, Cusco recibió al Sol y el Inca saludó al dron
Cusco, Perú |
En las alturas del templo Coricancha el Inca alza las manos y recibe los primeros rayos del padre Sol. Es la fiesta del Inti Raymi en Perú. Sólo que son nuevos tiempos, y el emperador lo sabe: un dron sobrevuela por su cabeza, grabando esta tradicional celebración.
Es el 24 de junio, el día en que el Sol, después de haberse alejado, vence a la oscuridad y vuelve a la Pachamama —o Madre Tierra en quechua—. Para las civilizaciones actuales, se trata del solsticio de invierno en el hemisferio sur. Para los incas, es el momento del Inti Raymi, la fiesta del Sol.
En la celebración teatralizada, Pachacutec, el forjador del imperio inca, y su Coya o esposa, van del Coricancha a la plaza principal del Cusco, en el sureste del Perú, para dar su saludo. A dos kilómetros, en la explanada de la fortaleza de Sacsayhuaman, los esperan ciudadanos de los cuatro suyos del Tawantinsuyo (cuatro regiones, en quechua), en sus trajes. Danzan y le llevan lo mejor de sus cosechas, piezas textiles y cerámicas. También lo aguardan en las galerías unas 3.500 personas que pagaron su entrada para el espectáculo. Todo queda registrado en un dron.