Cada año mueren 1,34 millones de personas por hepatitis
AGENCIAS y REDACCIÓN CENTRAL
La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó ayer una campaña para la prevención de la hepatitis, una enfermedad que causa tantas muertes como la tuberculosis y más que el sida, a través del uso seguro de jeringas, una de las mayores vías de transmisión de la primera enfermedad.
La hepatitis viral, especialmente los tipos B y C, afectan a 325 millones de personas en el mundo (según datos del 2015) y causa 1,34 millones de decesos anuales, de los que muchos ocurren porque la enfermedad ha llevado a un cáncer del hígado.
A modo de comparación, 37 millones de personas en el mundo sufren de sida, causante de 1,1 millones muertes cada año.
La hepatitis es una inflamación del hígado. La afección puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una fibrosis (cicatrización), una cirrosis o un cáncer de hígado. Los virus de la hepatitis son la causa más frecuente de este mal, que también pueden deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas (por ejemplo, el alcohol o determinadas drogas) o enfermedades autoinmunitarias.
Hoy es el Día Mundial de la Hepatitis, aprovechando la conmemoración la organización presentó las conclusiones de un estudio que completó en 28 países, que representan el 70% de casos de hepatitis en el mundo.
Esos resultados evidencian que los esfuerzos se están alineando en función del objetivo de eliminar esta enfermedad para 2030.
En una rueda de prensa en Ginebra, el director del Departamento de VIH y del Programa Global de Hepatitis de la OMS, Gottfried Hirnschall, explicó que esa meta -contenida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU- no implica una extinción de la enfermedad, pero sí una gran reducción de su incidencia.
"En este caso, la eliminación significa una reducción muy significativa del número de nuevas infecciones, en un 90%, y del 65% en el número de muertos en 2030. No significa que ya no habrá nadie con hepatitis", precisó el especialista.
Sin embargo, en el mejor de los escenarios sólo el 10% de personas que sufren hepatitis lo saben y reciben un tratamiento, según documenta la OMS.
"La hepatitis es una causa de morbilidad que no se ha reconocido y esto tiene que cambiar", sostuvo Hirnschall.
Explicó que el acceso al diagnóstico y tratamiento "es muy bajo" a nivel mundial y que "si se quiere llegar a la eliminación de la hepatitis hay que acelerar los esfuerzos y aumentar las inversiones".
La hepatitis B requiere un tratamiento de por vida que cuesta menos de 50 dólares anuales en muchos países de ingresos medios y bajos, aunque actualmente existe una vacuna eficaz para evitarla, mientras que la de tipo C puede curarse en tres meses gracias a un tratamiento relativamente reciente.
Este último salió a los mercados de países desarrollados costando más de 80.000 dólares, pero la entrada de los genéricos han llevado a una caída abismal del precio del tratamiento, que ahora se ubica entre los 260 y 280 dólares.
La mitad de los 28 países analizados sobre este tema por la OMS optaron por buscar la eliminación de la hepatitis a través de un acceso universal al tratamiento.
El caso de la hepatitis C es especialmente alarmante puesto que sólo el 7% de los 71 millones de infectados en el mundo son adecuadamente tratados. Por ello, la OMS enfatizó la importancia de la prevención, en particular mediante el uso seguro de inyectables, que junto con otras intervenciones médicas -como cirugías- y tratamientos dentales son las principales vías de transmisión de la hepatitis.
Cada año se aplican 16.000 millones de inyecciones en el mundo, lo que lo convierte en el tratamiento médico invasivo más extendido, por lo cual reducir los riesgos vinculados a él puede dar rápidos resultados.
Hirnschal precisó que el 20% de casos de hepatitis ocurren por el uso de jeringas infectadas por parte de toxicómanos.
"La nueva campaña contra la hepatitis se basa en material educativo y en la seguridad de los inyectables, que debe garantizarse en todas las áreas para evitar la transmisión a través de sangre infectada", se explicó.
La campaña se dirige tanto a los que prescriben las inyecciones para que no lo hagan de manera innecesaria, a los que las administran y a los pacientes.
En Bolivia
Según datos del Programa Nacional de Sangre en el país, entre 2010 y abril de 2016, se registraron 1.393 casos de hepatitis B y 1.752 de hepatitis C.
325 millones de personas en el mundo tienen hepatitis viral, especialmente los tipos B y C, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
VIRUS A, B, C, D Y E
Los científicos identificaron cinco virus de la hepatitis designados por las letras A, B, C, D y E. Todos causan enfermedades hepáticas, pero se distinguen por varios rasgos importantes.
El virus de la hepatitis A (VHA) está presente en las heces de las personas infectadas y casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. Se puede propagar también por ciertas prácticas sexuales. En muchos casos, la infección es leve y la mayoría de las personas se recuperan por completo y adquieren inmunidad contra infecciones futuras por este virus. Se cuenta con vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección por VHA.
El virus de la hepatitis B (VHB) se transmite por la exposición a sangre, semen y otros líquidos corporales infecciosos. También puede transmitirse de la madre infectada a la criatura en el momento del parto o de un miembro de la familia infectado a un bebé. Otra posibilidad es la transmisión mediante transfusiones de sangre y productos sanguíneos contaminados, inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables. El VHB es un riesgo para el personal sanitario. Existe una vacuna segura y eficaz contra el VHB.
El virus de la hepatitis C (VHC) se transmite casi siempre por exposición a sangre contaminada, lo cual puede suceder mediante transfusiones de sangre y derivados contaminados, inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables. La transmisión sexual también es posible, pero menos común. No hay vacuna contra el VHC.
Las infecciones por el virus de la hepatitis D (VHD) sólo ocurren en las personas infectadas con el VHB; la infección simultánea por ambos virus puede causar una afección más grave y tener un desenlace peor. Hay vacunas seguras y eficaces contra la hepatitis B que brindan protección contra la infección.
El virus de la hepatitis E (VHE), como el VHA, se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. El VHE es una causa común de brotes epidémicos de hepatitis en las zonas en desarrollo.