Cinco claves que debería saber sobre la influenza
La enfermedad viral de la influenza se ha manifestado cada año, desde 2009, con cambios o mutaciones que han exigido también nuevos procesos de vacunación. Aunque estos son los más recomendables como prevención, seguir algunas precauciones puede ayudarnos a minimizar el contagio de esta enfermedad.
Ante las noticias más recientes sobre los casos de influenza en nuestro país, llegando a una alerta roja en el departamento de Santa Cruz, los médicos Jorge Aguirre (neumólogo), Wilfredo Villarroel (geriatra) y Moisés Ismael Guzmán (pediatra) ayudaron a resumir las claves a conocer sobre este mal.
1. Cuatro cepas
Un resfriado común puede ser causado por un centenar de virus. Sin embargo, para contagio de la influenza, se han identificado dos cepas de tipo A y dos cepas de tipo B, por eso se tienen vacunas específicas para esta enfermedad cada año.
Los dos virus del tipo A son el H3N2 (estacional) que ha mutado y el H1N1 (mutado en 2015). Del grupo B también hay dos: Victoria y Yamagata, estos generalmente atacan a niños de dos a cuatro años, pero por la mutación, la influenza tipo B también puede llegar a personas de toda edad y produce más mortalidad que la H1N1, señaló el neumólogo Jorge Aguirre.
2. El contagio
La influenza puede contagiarse por el aire, al hablar o estornudar; también puede contagiarse al tener contacto con algo que tocó una persona enferma.
Aguirre recomienda no dar la mano ni besar al saludarse. Es más sencillo contagiarse en espacios llenos como un colegio, universidad u oficina, porque las gotas del estornudo pueden llegar hasta 1,80 metros de la persona que estornudó.
Añadió también que los que más contagian son los niños, hasta siete días después de su enfermedad; en el caso de los adultos normalmente siguen contagiando hasta cinco días después.
En cuanto a las personas de las tercera edad que se contagian, este virus ataca cuando existen defensas bajas (inmunodepresión), proceso infeccioso en la garganta o pulmón (sepsis) y cuando hay procesos de deshidratación, apuntó el geriatra Wilfredo Villarroel.
3. La prevención
Una buena alimentación ayuda a que las personas de todas las edades tengan más defensas. La hidratación es igualmente muy necesaria. Aguirre sugiere comer más frutos secos, cítricos y tomar yogur, puesto que no pueden evitarse la influenza pero sí las complicaciones.
El lavado de manos continuo así como el uso de alcohol en gel para desinfectarse son útiles para la prevención. Si se eliminan pañuelos desechables, que sea en bolsas cerradas y es mejor usar barbijos cuando estamos en lugares públicos si estamos enfermos, para no contagiar, dijo Guzmán.
4. Síntomas
Los síntomas de un resfriado común y la influenza son muy parecidos, aunque Aguirre indica que el malestar general y la fiebre son más comunes en la influenza.
“La congestión, el dolor corporal y dolor de cabeza son otros síntomas”, señaló el pediatra Moisés Ismael Guzmán.
En los casos de adultos mayores y niños, se sienten más cansados y sin apetito, dijeron.
5. Tratamiento y vacuna
Ante la sospecha de tener una influenza, es recomendable llegar a un centro médico de confianza. Como las pruebas de laboratorio pueden tardar días, es mejor comenzar tratamiento desde que se sospecha de la enfermedad, menciona Aguirre. El medicamento otorgado por el gobierno es el Tamoflu, dijo.
Guzmán señala que como se trata de una enfermedad viral, no debe abusarse de antibióticos, el tratamiento es sintomático, para aliviar la fiebre y otras dolencias. Tampoco es recomendable tomar medicamentos antivirales las primeras 48 horas.
Bañarse es necesario, puesto que ayuda a expectorar a los niños y es beneficioso para todos, dijo Guzmán.
Las vacunas se proponen cada año, debido que por las mutaciones de los virus, éstas deben realizarse anualmente. Son el único medio eficaz para evitar el contagio. En algunos países se tienen vacunas solamente para tres de las cuatro cepas.
DATOS
Complicaciones. Las complicaciones que se presentan con esta enfermedad pueden ser una neumonía —bacteriana o no—, laringitis, faringitis y otras, por eso debe haber observación y seguimiento, según Guzmán. Si hay internaciones, el estado de la persona la puede llevar a terapia intensiva o a la muerte, dijo Aguirre. Si existen enfermedades de base, como infecciones, el proceso es complicado.
Sobre las vacunas. Las vacunas deben tener un tiempo para activarse, entre 15 a 60 días. En el caso de los niños de cero a tres años, la dosis es pediátrica. Si se vacuna a un niño por primera vez, necesita un refuerzo al mes. Normalmente, las molestias por las vacunas son mínimas y no duran más de 48 horas.