Katie, la mujer más joven en recibir un trasplante de cara
Katie Stubblefield es la receptora más joven de un trasplante de rostro en los Estados Unidos. Ella tenía 18 años el día que decidió quitarse la vida, se disparó con un rifle en la cara. El disparo destruyó su rostro, pero la joven sobrevivió. Ese día comenzó una carrera médica que aún hoy continúa.
Su historia fue registrada por un equipo de la revista National Geographic que la acompañó durante más de dos años y la historia será tapa de la edición de septiembre.
El camino hacia el trasplante fue extenso. Como el disparo destruyó gran parte del rostro de Katie, hicieron falta 22 operaciones antes de implantar el nuevo rostro, según el portal de El Clarín.
La donación se concretó gracias a la voluntad de Sandra Bennington, abuela de Adrea Schneider, una mujer de 31 años que había fallecido por una sobredosis. Al enterarse que era compatible dio el visto bueno para ceder sus tejidos y órganos fáciles. Adrea estaba registrada como donante y su corazón, pulmones e hígado también salvaron vidas en otros puntos de los Estados Unidos.
Pasaron más de tres años hasta que la joven llegó al quirófano; el último estuvo en lista de espera. “Estás en buenas manos”, le dijo su padre segundos antes de que la ingresaran en una camilla a la sala de operaciones de la Cleveland Clinic.
Según detalla National Geographic en su sitio online, la intervención se hizo entre el 4 y 5 de mayo del año pasado, duró 31 horas y los médicos debieron cambiar de plan a mitad de camino. Es que originalmente habían pensado hacer un trasplante parcial, pero una vez en el quirófano vieron que sería mejor hacerlo en forma completa, ya que había diferencias de tamaño y tono de piel entre la donante y la receptora.
Los médicos Brian Gastman y Frank Papay no tomaron la decisión solos: presentaron el rostro de Adrea sobre la cabeza de Katie, sacaron fotos y se las mostraron a los padres de la receptora. Ellos aceptaron hacer el trasplante completo, a pesar de que eso elevaba el riesgo de un rechazo posterior.
La intervención completa incluyó frente, párpados superiores e inferiores, cuencas del ojo, nariz, boca y labios, las mejillas, la mandíbula superior y parte de la inferior, dientes y músculos faciales.
DATOS
Disparo en el rostro. El 25 de marzo de 2014, Katie Stubblefield se disparó en el rostro. Llegó al hospital sin rostro y, durante un año, los doctores lucharon para lograr su supervivencia. Por un milagro médico, Katie logró sobrevivir sin mandíbula ni dientes, sin nariz y con muchas dificultades para ver.
Documentado por National Geographice. La escritora Joanna Connors, junto a los fotógrafos Maggie Steber y Lynn Johnson, trabajaron con Katie, sus padres y los médicos que la atendieron durante más de dos años. Es así que la historia quedó documentada en fotografías y relatos que seguirán haciéndose mientras que continúe la recuperación.