Hospitales de primer nivel soportan mayor demanda de atención del SUS

Ocho médicos atienden en cuatro consultorios a 110 pacientes por día en el hospital de primer nivel Amigo, de Tarata, en el valle alto. 

La implementación del Sistema Único de Salud (SUS) incrementó la afluencia de un 30 a 40 por ciento. 

Entre febrero y marzo, los hospitales implementaron el SUS para beneficiar a toda la población con atención médica gratuita, pero en los centros de primer nivel del valle alto los médicos no son suficientes y la infraestructura ha quedado pequeña. 

Mientras, los hospitales de segundo nivel no sienten la recarga, porque el paciente debe acudir primero al anterior nivel como requisito. 

Los centros de salud de primer nivel son la puerta de entrada al SUS. 

El sistema entró en vigencia en marzo en Bolivia con la atención de más de 3.145 centros de primer nivel, 77 hospitales de segundo y 33 de tercer nivel. 

Al estrenarse el SUS, el Gobierno reconoció que se iban a tener errores y anunció mejorar el presupuesto inicial de 200 millones de dólares para la puesta en marcha. 

Recursos 

El hospital de Tarata cuenta con 14 médicos. Ocho dependen del director, cuatro fueron contratados por el municipio y el resto, por el Servicio Departamental de Salud, explicó el director Juan Alcocer. 

El resto de los médicos depende del Ministerio de Salud. Corresponden a los programas de Telesalud, Elam y otros, por lo que su trabajo es diferente. 

Alcocer explicó que, antes del SUS, atendían entre 60 y 70 pacientes. Ahora llegan hasta 110 en días de mayor afluencia. Un 60 por ciento de los pacientes son niños, el 30, adultos mayores y 10, otros. 

“No es suficiente y la gente se queja”, dijo Alcocer, por lo que esta semana pidió al Sedes un médico, una licenciada en Enfermería y una auxiliar, que aguardan para cubrir ese incremento de pacientes. 

Las personas cuentan que en días de mayor afluencia llegan a perder toda la mañana esperando atención. 

“Somos agricultores y a veces tenemos que estar aquí toda la mañana. Uno se enfada por tanta demora”, comentó una pareja de pacientes, Plácido y Prudencia. 

La situación de recursos humanos es similar en el hospital San Juan de Dios, de Cliza. Tiene categoría de primer nivel, pero con proyecciones de segundo. Cuenta con 106 trabajadores entre médicos, enfermeras y administración.

Al menos 15 son médicos de diferentes especialidades: cirujanos, ginecólogos, pediatras, anestesiólogos, entre otros. Cada uno atiende hasta 18 pacientes en la mañana y la misma cantidad en la tarde, indicó el director del nosocomio, José Ortega. 

Agregó que están a la espera de coordinar la asignación de más médicos para cubrir las necesidades del SUS. El objetivo es fortalecer medicina interna y cirugía. 

“Es tener suerte, hay días que está muy lleno y otros no tanto. Si no me atienden aquí, no me queda más que ir con médicos privados”, contó una paciente, Rebeca Soto. 

Infraestructura

El hospital tiene una sola planta y la estructura data de hace 22 años. Las camas y algunos equipos son antiguos, requieren cambios. 

El problema es la falta de recursos. 

En el pasado, se solicitó una nueva estructura al municipio, pero indicó que no hay recursos.

Cliza

Una estructura nueva está pintada por fuera, pero la obra fina no está terminada y está junto al bloque antiguo del hospital.

La ampliación del centro está en construcción desde 2014. Se ejecuta con recursos del municipio, pero ahora está paralizada por observaciones del Sedes, se espera su entrega este año, señaló el director de este hospital, José Ortega. 

Punata

El hospital de segundo nivel Manuel Asencio Villarroel está vacío. Su infraestructura es nueva y la más grande del valle alto de Cochabamba. 

Es un centro de segundo nivel completamente equipado, pero la demanda de atención por el SUS se concentra en los primeros niveles, el segundo no lo afronta del mismo modo. Aun así, cumple una función importante en caso de pacientes que tienen afecciones más complejas. 

La directora del hospital, Marlene Vásquez, cuenta que hay 45 médicos. Se tienen fichas para dar hasta 25 pacientes por médico y capacidad en Emergencia es para 40. 

Es el hospital de referencia para dos redes: valle alto y el cono sur. 

La directora indicó que también tuvieron un incremento de afluencia con el SUS, pero “principalmente llegan al primer nivel”, manifestó. El hospital demandó una inversión de 170 millones de bolivianos, 72 en la construcción.

Sepa más

SUS busca dar cobertura a toda la población

Antes de la implementación del SUS, la atención gratuita sólo era para niños menores de cinco años, adultos mayores, embarazadas y personas con discapacidad. Ahora busca llegar a todos. 

Varios centros piden médicos por colapso

El problema de la aplicación del SUS fue que no se contaba con los recursos humanos y económicos necesarios, según denunciaron los médicos. A la fecha, varios centros solicitaron que se aumenten médicos para cumplir con la demanda de atención.

Tarata, con un centro de rehabilitación único

Pese a la antigüedad del centro de salud de Tarata, hay un bloque nuevo con equipos recién estrenados que busca brindar servicios de rehabilitación únicos en el valle alto. 

Este espacio cuenta con una piscina para hidroterapia y mecanoterapia. Unas 30 personas acuden día a día para recibir la atención. 

Muchos de los pacientes son adultos mayores de 65 años. “Algunos viven solos, no tienen a nadie y aquí vienen a sentirse parte de algo”, contó la encargada, Marlene Ledezma. 

Asimismo, cuenta con ambientes para la motivación temprana. Es decir, aquellos niños, desde neonatos, que tengan dificultades para moverse o no tengan el desarrollo correspondiente para su edad. 

Además, las personas con problemas de oído pueden acudir al único audiómetro público del departamento. Se analiza si un niño tiene discapacidad auditiva y también se miden los audífonos de adultos mayores.

El día a día de los hospitales

Problemas estomacales e infecciones respiratorias son recurrentes

1- Por época
Las infecciones estomacales corresponden al verano y las infecciones respiratorias agudas se presentan más en el invierno, explicaron los médicos y directores de los hospitales del valle alto de Cochabamba. 

Según la época, se generan diferentes condiciones por la proliferación de virus. Los más afectados suelen ser niños menores de cinco años y adultos mayores. 

2- Por hospital
Los hospitales de primer nivel del valle alto atienden desde infecciones básicas hasta emergencias como apuñalamientos o accidentes de tránsito. 

En el caso del segundo nivel, como el centro de Punata, las enfermedades son más complicadas. 

La directora, Marlene Velásquez, indicó que atienden cirugías, mal de Chagas y enfermedades cardiacas.

Hospitales tienen hasta tres ambulancias para traslado de pacientes

1- Según el nivel
Los centros de primer nivel suelen recibir accidentados, pero cuando existen traumas craneales optan por referir al paciente a un hospital de segundo nivel, explicó el director del centro de Tarata, Juan Alcocer. 

El problema pasa porque a veces refieren al de Cliza, por ser de su red, pero ante la falta de personal o equipo los rechazan. Entonces optan por mandar al de Punata, pero les indican que no es parte de su red. 

2- Coordinadora
Esta situación de peregrinación llevó a la creación de una coordinadora de referencias. 

Se encarga de buscar el hospital que cuenta con el equipamiento y los especialistas para atender ciertas situaciones. A partir de ello, se envían a los pacientes directamente donde corresponde. 

Compras semestrales permiten mantener dotación

1- Necesidad aumentó
Los administradores de los hospitales de primer y segundo nivel del valle alto coinciden en que la demanda de medicamentos aumentó con el SUS. 
El incremento de pacientes generó mayor exigencia de medicamentos. Existe un déficit de 30 por ciento, que se cubrió con compras menores, explicó la administradora del hospital de Tarata, Fanny Camacho. 

2- Proyectan compra
La compra se hace dos veces al año. Si bien a inicios de gestión se tuvo el déficit, ahora los hospitales trabajan en una nivelación. 
Los pacientes indican que no les faltaron medicamentos. Sin embargo, dudan de la calidad de los fármacos, pues indican que en muchos casos no sintieron mejora y tuvieron que acudir a consultas particulares para restablecerse.