Piden informe sobre denuncia de desvío de renta de ancianos
Después de que se denunció que más de 70 mil bolivianos, de la renta dignidad que cobran adultos mayores del asilo Caramarca, dependiente de la Gobernación, fueron desviados a la cuenta personal de la administradora, la institución comunicó que solicitó informes para verificar la denuncia.
En un video realizado por la asambleísta Lizeth Beramendi, la administradora del asilo, Magali L. admite que los recursos de los ancianos están en su cuenta personal. Argumenta que lo hizo por seguridad, para que el dinero no se pierda en la caja fuerte del asilo.
En Caramarca hay 35 ancianos, todos reciben renta que se paga en el lugar.
El dinero de algunos ancianos, que tienen demencia senil, se entrega directamente a administración, esos recursos se usan para comprar lo que necesiten. Otro adultos mayores reciben su dinero, pero para que no se pierda la entregan al personal administrativo.
Todos los ingresos y egresos deberían estar detallados, pero la administradora indicó que toda esa información se perdió porque su computadora se arruinó.
Sin embargo, una fuente que prefirió no identificarse denunció que el personal siempre se ofrece a recibir el dinero de los ancianos y comprar lo que necesiten, y el precio de artículo comprado siempre es inflado. “Si no les roba la administración, le roba el personal de abajo. Se aprovechan de que ellos; son mayores y no se dan cuenta”, dijo.
Beramendi denunció que el bono o renta de los adultos mayores cada mes llega a más de 20 mil bolivianos, por lo que en lo que va del año la administración de Caramarca ya recibió más de 200 mil bolivianos. El asilo recibe donaciones de ropa y zapatos, por lo que compran con su bono son sólo algunos medicamentos.
“Se solicitó los informes, para verificar si existe el depósito a una cuenta particular. Se tienen los registros de cada uno de los abuelitos por carpeta, de cada mes y sus arqueos”, dijo la directora del Sedeges, Bárbara Alave.
Explicó que la institución prepara trámites para declararse curadores de los adultos mayores y así poder abrir sus cuentas y depositar su dinero.