Cochabamba enfrenta la peor ola con personal reducido y agotado
La falta de personal de salud, oxígeno, medicinas y espacios para internar a pacientes con Covid-19 hacen que Cochabamba viva la peor ola de la pandemia.
Pese a los esfuerzos que hace el personal de salud, el aumento de casos es constante.
La carencia de insumos y atención oportuna ocasionó el deceso de al menos 12 médicos y trabajadores en salud del sistema público en la tercera ola.
En tanto, otras 17 personas del sector luchan desde los servicios de terapia intensiva e intermedia, de acuerdo a información proporcionada por el Colegio Médico.
“Han fallecido nueve colegas y hay por lo menos otros cuatro en terapia intensiva con un daño bastante fuerte en los pulmones. Pese al luto, estamos atendiendo a los pacientes. Los hospitales no abastecen, no hay terapia intensiva ni medicamentos. Hacemos lo que podemos con lo que tenemos”, indicó el vicepresidente del Colegio Médico, Carlos Iriarte.
Mencionó que el incumplimiento de las medidas de bioseguridad y la flexibilización de las restricciones ocasionaron un acelerado contagio.
“El trabajo en este momento es complicado para los médicos, enfermeras, camilleros, choferes de ambulancias. Las horas de trabajo aumentaron”, precisó.
Falta personal
Por su parte, el representante del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes), Jimmy Montaño, enfatizó que otro factor que agrava la crisis sanitaria en el departamento es que la cantidad de pacientes en estado crítico creció de forma alarmante, pero no los nuevos contratos para el personal.
“El virus está mutando, tenemos ya confirmado casos de cepas brasileña y británica que son más agresivas. Antes, los cuadros agudos se presentaban entre el séptimo u octavo día, pero en esta ola es a partir del segundo o tercer día que los pacientes ingresan a estado crítico”, enfatizó.
Montaño comentó que la tercera ola de la pandemia impactó más al sector sanitario porque el trabajo se triplicó a la par del estrés y la ansiedad.
“Estamos pasando momentos críticos a pesar que estamos vacunados. En Cochabamba, apenas contamos 24 médicos especialistas en terapia intensiva, no hay ítems. La mayoría de nuestras bajas son personal de centros de salud de primer y segundo nivel. Es increíble, pero hay lugares en los que les dan un solo barbijo para la semana”, subrayó.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores en Salud, Adalid Gutiérrez, informó que el rebrote de la pandemia ahondó las deficiencias en los nosocomios.
“Hay entre 35 a 20 pacientes que son atendidos por un trabajador manual o un auxiliar, hay afiliados que no pueden sacar vacaciones hace dos años porque siguen atendiendo Covid-19”, reiteró.
Gutiérrez detalló que, de los más de 3 mil afiliados a la federación en la tercera ola, al menos 500 se contagiaron con coronavirus.
En tanto, tres perdieron la vida, 10 están en terapia intermedia y tres en terapia intensiva; pese a que se vacunaron.
“Estamos agotados, además estamos lidiando con la presión de la falta de oxígeno y las bajas”, finalizó.
APUNTE
Pese a los avances, aún persisten las limitaciones
Para el médico epidemiólogo Rodrigo Arce, existen algunos factores por los que la tercera ola se presenta como más agresiva a las anteriores.
Aseveró que el primero es que existe mayor capacidad para diagnosticar la cantidad de contagios.
Arce mencionó que otro aspecto que incide es el descenso de temperaturas, que lleva a las personas a buscar lugares más cerrados y con mayor aglomeración.
No obstante, el especialista comentó que un avance es el inicio de la vacunación masiva, con el que se logró bajar la letalidad en grupos de riesgos, aunque el acceso es limitado, especialmente en provincias donde por motivos sociales y culturales una parte de la población rechaza la inmunización.
Respecto a la carencia de oxígeno, el epidemiólogo puntualizó que la alta demanda se debe a la falta de control en la venta del producto, eso llevó a que muchas personas compren para guardar.
