Con nuevo diagnóstico, Leyla se prepara para más cirugías hacia una mejor vida
Con los últimos estudios realizados, Leyla, la niña de casi cinco años que llegó de Anzaldo a la ciudad, tiene un nuevo diagnóstico. Los médicos descartaron un linfedema en su pierna y confirmaron una lipomatosis, también una rara y compleja condición. Sin embargo, las esperanzas no están perdidas y alistan más cirugías para brindar a la valiente pequeña una mejor calidad de vida.
Con este nuevo diagnóstico, que cambió el enfoque del tratamiento, se marca un camino con nuevos desafíos. “La paciente se encuentra estable, llevando bien el periodo intrahospitalario, sabemos que va a ser una cirugía tras otra y un periodo de hospitalización largo. Esperemos que pueda recuperarse de la mejor forma y pueda tener la vida más normal posible”, sostuvo el director del hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel, Raúl Copana.
La primera cirugía de Leyla, llevada a cabo el 23 de enero en el pediátrico por un equipo de especialistas, fue un éxito. El cirujano plástico Juan Pablo Quiroga, el traumatólogo infantil Erwin Torrico, el cirujano cardiovascular Víctor Zurita y la anestesióloga Elva Zambrana lograron reducir la masa tumoral en su pierna, permitiendo que se desplace con mayor facilidad. Aún requiere cuidados continuos y se prepara para una segunda intervención enfocada en mejorar la funcionalidad y apariencia de su pie, añadió el director.
“La lipomatosis (proliferación excesiva de tejido graso) es mucho más rara y menos frecuente que la anterior (linfedema), además que nos deja la inquietud de la probabilidad de que en el futuro vuelva a aparecer. Es algo genético. Lo que se va a hacer no es curarle; es darle una mejor calidad de vida”, remarcó Copana.
La historia de Leyla es un testimonio de la fuerza del espíritu humano. Toda su familia se mantiene esperanzada y comprometida con su recuperación, soñando con el día en que pueda caminar, correr y jugar como cualquier otra niña.
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Una historia de lucha y esperanza
Leyla, nacida el 21 de marzo de 2019 en la zona de K’ara K’ara, mostró desde pequeña una gran fuerza de voluntad. A pesar de haber sido abandonada por sus padres, encontró amor y cuidado en su tía y abuelos, viviendo en el municipio de Anzaldo, a más de 60 kilómetros de la ciudad.
Su caso, el primero de su tipo en el pediátrico en los últimos cinco años, según registros, capturó la atención de las autoridades de salud de la Alcaldía de Cochabamba y de médicos comprometidos a ayudarla.