Bolivia registra déficit de $us 564 MM en balanza energética hasta agosto de 2024
La balanza energética de Bolivia, hasta agosto de 2024, presenta un déficit de 564 millones de dólares, según un reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con base en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La dependencia de los combustibles importados se ha incrementado desde 2022, cuando el país pasó a gastar más en la compra de combustibles de lo que recibe por las exportaciones de gas natural.
La producción de gas natural en Bolivia ha sufrido una fuerte caída desde 2015, cuando alcanzaba su pico. En la actualidad, la producción ha caído un 47%, lo que ha reducido notablemente los volúmenes de exportación y, por ende, los ingresos que el país recibe por este concepto. Hasta agosto de este año, las exportaciones de hidrocarburos totalizaron 1.164 millones de dólares, un 18% menos que en el mismo periodo de 2023. Si se comparan con 2022, la caída es del 43%, y con 2014, cuando el país disfrutaba de los ingresos del “boom del gas”, la disminución es alarmante, con una caída del 75%.
A pesar de las inversiones que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha anunciado en exploración para revertir la situación, los analistas del sector advierten que estos esfuerzos podrían no ser suficientes si no se modifican las políticas que rigen la inversión extranjera en el sector.
La situación también ha afectado el abastecimiento interno de combustibles como diésel y gasolina, con reportes de escasez y filas en los surtidores.
El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, ha sido crítico de la situación, señalando que la falta de un suministro energético adecuado podría frenar el desarrollo del país, destacando la necesidad de tomar medidas más profundas para corregir el problema.
Importaciones
Al mismo tiempo que las exportaciones de hidrocarburos caen, las importaciones de combustibles han aumentado, creando una presión adicional sobre la balanza comercial del país. Hasta agosto de 2024, Bolivia importó combustibles por un valor de 1.728 millones de dólares, lo que, si bien representa una leve disminución del 6,5% en comparación con el mismo periodo de 2023, sigue siendo una cifra considerable y refleja la dependencia energética del país en productos extranjeros.
El hecho de que las importaciones hayan caído ligeramente se debe, en parte, a una menor demanda interna y ajustes en los precios internacionales, pero no soluciona el problema de fondo: Bolivia gasta más en la compra de combustibles de lo que genera por la venta de hidrocarburos.
Elevan despachos de combustibles
YPFB informó que, para hacer frente a la especulación en la demanda de combustibles, incrementó el despacho de estos de 7 millones a 8,5 millones de litros diarios en algunos días de la semana pasada.
“Estamos despachando más de lo programado, más de lo que establece la demanda”, declaró Joel Callaú Justiniano, gerente de Comercialización de YPFB, en una nota de prensa.
El funcionario agregó que el suministro de gasolina y diésel es normal.