La COB exige alza salarial del 15% al mínimo y 20% al básico; empresarios alertan riesgos
La Central Obrera Boliviana (COB) presentó ayer al Gobierno su propuesta de incremento salarial para 2024, solicitando un aumento del 15% en el salario mínimo nacional y del 20% en el haber básico. El ministro de Trabajo, Erland Rodríguez, confirmó que la petición será evaluada en gabinete, aunque advirtió que los porcentajes propuestos son elevados y podrían ajustarse durante las negociaciones.
De aprobarse la solicitud de la COB, el salario mínimo subiría de Bs 2.500 a Bs 2.875. Sin embargo, Rodríguez señaló que es probable que se alcance un acuerdo con un incremento menor, considerando el contexto económico actual. En 2023, el aumento fue del 5,85% para el salario mínimo y del 3% para el haber básico, lo que elevó el sueldo mínimo de Bs 2.362 a Bs 2.500.
La demanda de la COB surge en un momento de dificultades económicas para Bolivia, con un alza en los precios de productos básicos y un encarecimiento del costo de vida. Aunque el Gobierno ha reconocido estos desafíos, ha señalado que las restricciones fiscales dificultan la posibilidad de aceptar aumentos salariales significativos.
Por su parte, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) rechazó la propuesta de la COB, calificándola de “exorbitante e irreal”. El gremio advirtió que un incremento desproporcionado podría derivar en cierres de empresas, reducción de inversiones y presiones inflacionarias. “Un aumento irracional pondría en riesgo la estabilidad de las empresas, especialmente las medianas y pequeñas, que ya enfrentan una situación crítica”, señaló la CEPB en un comunicado.
El sector empresarial también alertó sobre el peligro de replicar crisis económicas pasadas, como la de 1985, caracterizada por hiperinflación y desempleo. En este contexto, los empresarios insisten en que cualquier ajuste salarial debe estar ligado a la productividad y al crecimiento económico sostenible.
El ministro Rodríguez aseguró que el pliego petitorio de la COB, que incluye otras demandas laborales, será analizado por el Gobierno. “Vamos a intentar dar una respuesta lo más rápido posible”, afirmó. Sin embargo, el Ejecutivo enfrenta el reto de equilibrar las demandas de los trabajadores con la estabilidad económica y las preocupaciones del sector productivo.
El desenlace de estas negociaciones tendrá un impacto directo en la economía familiar y en la sostenibilidad de las empresas.