Anapo pide que exportación de soya sea irrestricta; el Gobierno niega “asfixia”
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) expresó ayer su disconformidad por la decisión del Gobierno de autorizar, recién ahora, la exportación de hasta 250 mil toneladas de grano de soya. Según la entidad, la medida llega con demasiado retraso, cuando la cosecha ya registra un avance del 90%, y los productores ya han comercializado casi toda su producción en el mercado interno, sin poder aprovechar mejores condiciones de precio en el exterior.
“El impacto de esta decisión será mínimo para los productores, especialmente para los pequeños. La medida llega tarde, cuando ya no hay margen para negociar con base en la oportunidad de exportación. Lamentablemente, los únicos beneficiados serán los acopiadores e intermediarios”, afirmó el gerente general de Anapo, Jaime Hernández.
Sin embargo, el Gobierno informó que los exportadores de soya alcanzaron un valor de $us 682 millones entre 2021 y 2024, cifra mayor respecto a anteriores años, por lo que el Gobierno nacional prioriza la seguridad alimentaria y negó una supuesta “asfixia” al sector.
“Nosotros consideramos que no estamos de ninguna manera asfixiando al sector productivo, porque año tras año hemos ido fomentando esta exportación, es por eso que nosotros nos estamos comportando responsablemente con la seguridad alimentaria”, explicó el viceministro de Comercio y Logística, Luis Miguel Murillo, en contacto con Cadena A.
El sector productivo recordó que desde enero se conocía que la superficie sembrada alcanzaba 1,2 millones de hectáreas, con una proyección de al menos 3 millones de toneladas de grano. De ese total, el mercado interno solo demanda unas 800 mil toneladas, lo que dejaba un potencial excedente exportable cercano a los 2 millones de toneladas.
Pese a esa información disponible desde el inicio de la campaña, la liberación de exportaciones no fue priorizada. Anapo también observó que la autorización del Gobierno no es plena, ya que está condicionada al cumplimiento de ciertos requisitos administrativos, que si bien se presentan como mínimos, en la práctica se traducen en trabas burocráticas que dificultan el proceso exportador.
En tanto, el viceministro reveló que las exportaciones de soya boliviana llegaron a los $us 46 millones entre 2016 y 2020. Sin embargo, las mismas superaron los $us 682 millones, entre 2021 y 2024, durante el actual Gobierno.
A la fecha, la cosecha de soya en el país llegó al 80% y se estima superar una producción de más de 3 millones de toneladas tras mejorar la productividad en la campaña agrícola de verano 2024 – 2025, según los monitoreos constantes de los ministerios de Desarrollo Productivo y Economía Plural y de Desarrollo Rural y Tierras.