Pleitesía singular a La cholita sin nombre en San Benito
Decenas de plaquetas de agradecimiento, miles de flores, pero curiosamente, también ropa (polleras, blusas, sombreros y todo lo que hace un traje típico de una mujer de pollera del valle de Cochabamba), son los principales componentes de una santuario improvisado en pleno cementerio de San Benito, a unos 30 kilómetros de la ciudad, en el valle alto.
Lo llaman "el santuario de la cholita sin nombre", en conmemoración a una mujer de trenzas que fue encontrada muerta y desnuda en medio de un canal de riego, hace aproximadamente 20 años. En ese tiempo, nadie ha reclamado el cuerpo, según los trabajadores del cementerio.
En todos estos años, la "cholita sin nombre" ha realizado, según los devotos, un sin número de favores a pobladores del valle alto de Cochabamba, pero también de otros departamentos del país. Los relatos dan cuenta de gente que llega de exterior y desde Santa Cruz para agradecer con flores, misa, q"uwas o lo casi obligatorio que es la ropa de la que fue despojada antes de su muerte.
"Todos los días es la romería, pero los domingos es el día más lleno. Vienen a pedir favores y a agradecer", dice don Ángel Rivera, cuidador interino y vecino de San Benito.
Las muestras de gratitud llegan diariamente, así como los nuevos devotos. "Estamos viniendo primera vez desde Cliza. Hemos comprado un taxi y queremos que le vaya bien a mi marido para que no tenga accidentes ni nada", cuenta Rosa García, una mujer con tres hijos que llegó hasta el santuario.
Según la costumbre de este lugar, muchos comerciantes realizan q"uwas y ofrendas para la buena suerte. También los viajeros encomiendan su futuro o agradecen sus éxitos fuera del país.
Lo que nunca falta son flores frescas rodeando el ataúd blanco de la cholita sin nombre, que está expuesto dentro del lugar.