Monos son los reyes del Parque Machía
El Parque Machía es el refugio de 350 animales silvestres de 30 especies que fueron abandonados, maltratados en circos y zoológicos y rescatados de traficantes. Cinco de éstos se hallan en peligro de extinción y no volverán a su hábitat porque están mutilados o porque no tienen las destrezas para sobrevivir en libertad, debido a que fueron apartados del bosque siendo crías.
En el refugio hay 300 primates, cinco felinos, un oso jukumari, 20 parabas, 30 loros frente azul, 20 tortugas de agua, seis tortugas californianas, 18 tejones, una taira y un animal nocturno. El Parque Machía, ubicado en el municipio de Villa Tunari, tiene 38 hectáreas y la administración turística le corresponde al municipio y la protección de los animales a la Comunidad Inti Wara Yassi.
El parque recibe sobre todo a primates. Existen tres especies, el mono capuchino, araña y ardilla. La mayoría fueron mascotas que no pudieron ser controladas y terminaron siendo abandonas. Se alimentan dos veces al día de dietas seleccionadas. Algunos se mueven con una correa, otros están libres después de pasar un largo proceso y aquellos que son más complicados de tratar se encuentran en jaulas, explicó la voluntaria Francesca Mastrolorenzo.
“Los monos capuchinos son muy inteligentes pero a la vez complicados. Cuando crecen suelen destrozar las cosas y pueden ser un poco agresivos. La gente no se da cuenta de esto y los compra para tenerlos de mascota, cuando ya no pueden los abandonan”, expresó.
Otra especie son los monos araña. Está en peligro de extinción y la gente los tiene como mascotas. Existen 27 en el parque, tres fueron apartados del resto para evitar peleas por territorio, cuatro todavía se mueven con cuerdas y el resto está libre dentro del Machía, dijo.
Existen cinco felinos por el momento. El último en llegar fue el jaguar que fue entregado por el municipio de Shinahota. Fue decomisado a un hombre que lo tenía en su patio amarrado como mascota. Su madre fue atrapada por los cazadores y él maltratado. El viernes fue operado en la ciudad de Cochabamba por una úlcera en el ojo derecho. También hay dos pumas yagouaroundi, una puma y un tigre.
Urbanizaciones reducen el espacio para los animales
El Parque Machía ya no realiza rescate de animales desde hace dos años por falta de espacio. En algunos casos extremos reciben a los que son abandonados en el lugar. Ese fue el caso de una mona capuchina que apareció encadenada en la puerta del refugio. También se recibió a un jaguar rescatado en Shinahota, un municipio vecino a Villa Tunari, donde está el parque; además, de dos monos ardilla recién nacidos que corrían el riesgo de morir si no recibían atención inmediata, contó la voluntaria Francesca.
Actualmente, hay 350 animales silvestres distribuidos en espacios parecidos a su hábitat. El objetivo es que no dependan demasiado de los humanos, por ello, en algunos casos se los aleja de la vista de turistas, explicó.
A ello se suma el avance de las urbanizaciones en el entorno del parque y la deforestación para construir viviendas. Éstas se pueden ver en los alrededores y cerca de la carretera.
En alguna ocasión, algunas personas incluso colocaron alambres de púas en medio del parque para tratar de delimitar el espacio. Sin embargo, la cerca le quitaba espacio al Machía.
Ante esta situación, la Dirección de Madre Tierra de la Alcaldía busca realizar convenios con el Territorio Indígena Parque Isiboro Sécure (Tipnis) y el Parque Carrasco para trasladar algunos animales silvestres.