Gabriela está equivocada
Si el Estado Plurinacional decide que sólo contratará a militantes debe salirse del Mesicic, no realizar convocatorias públicas, nombrar a dedo a todos y renunciar a las rondas anuales de seguimiento, a la Ciicc y a la Cnucc. Por ahora, la Safco y el Estatuto están vigentes, así sea en papel
Ante la derrota del Movimiento Al Socialismo del pasado 21 de febrero, sobre todo en las capitales donde dos de cada tres bolivianos votaron por el “NO”, varios dirigentes han anunciado el despido de funcionarios públicos que no apoyaron el “SÍ”.
Operadores del desprestigiado y el embarrado Conalcam reaccionaron con furia, quizá porque ellos serán los más perdedores si no hay un régimen clientelista. Un alto representante obrero paceño amenazó con la clausura de medios de comunicación, a los cuales una vez más se los quiere responsabilizar de los procesos sociales. Incluso olvidando que las radios sindicales presentan los más injustos niveles salariales.
Esas voces no son vinculantes, son simplemente opiniones. Sin embargo, llama la atención que a esas posturas se sume con vehemencia la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño. Ella declaró que quienes no votaron por el “SÍ” deben irse del aparato estatal. Indicó que esas personas no comparten los ideales del MAS.
Esas palabras coincidieron, por casualidad, con la noticia del Ministerio de Transparencia que presentó los avances de Bolivia ante el Mecanismo de Expertos que evalúa anualmente en la OEA el cumplimiento de la Convención Interamericana de Lucha contra la Corrupción (Ciicc). También coincide con la realización de una conferencia internacional en Cochabamba que compartirá las buenas prácticas en relación a la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción (Cnucc).
El Congreso nacional ratificó ambos instrumentos en 1997 y 2005 y el Estado comenzó a aprobar normativa para cumplir su compromiso. La columna vertebral de la prevención contra la corrupción es la meritocracia o carrera administrativa, reconocida en la Ley Safco y en el Estatuto del Funcionario Público.
La OEA examina que los países respeten a los funcionarios públicos de carrera. Hay instancias de libre nombramiento que son los puestos políticos. Hay otros que se deberían llenar por concurso de méritos como el contralor, el presidente del banco central, direcciones de entidades autónomas, que se mantienen actualmente con presidentes masistas, contradiciendo las recomendaciones de la Ciicc.
Si el Estado Plurinacional decide que sólo contratará a militantes debe salirse del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción (Mesicic), no realizar convocatorias públicas, nombrar a dedo a todos y renunciar a las rondas anuales de seguimiento, a la Ciicc y a la Cnucc. Por ahora, la Safco y el Estatuto están vigentes, así sea en papel.
Cualquier ciudadano, incluso el masista, tiene derecho a definir su voto según sus propias consideraciones y ello no lo vuelve enemigo de nadie ni espía del imperio.
La autora es periodista.
Columnas de LUPE CAJÍAS