Traslado del Hospital San Salvador a la casa de Viedma
“Los Tiempos” publicó un hermoso artículo del historiador Rolando Balderrama, titulado Coches y Rodados en la Quinta Viedma. En dicho escrito se asegura que fue la empresa norteamericana de coches y rodados Haviland & Keay que el 17 de abril de 1865, en subasta pública, ganó el arredramiento por 300 pesos anuales comprometiéndose a realizar mejoras en las vetustas instalaciones que antes ocupaba el Colegio de Artes dependiente de la Universidad, en los suburbios de la ciudad.
Agrega el historiador que el 21 de septiembre de 1867, la empresa envió una nota al Prefecto José María Rendón solicitando la prórroga por un quinquenio más. En una segunda nota del 3 de diciembre, el Consejo Universitario informó al prefecto Rendón sobre los arrendamientos de las fincas del Estado mediante subasta pública para otro quinquenio y recomendó se prefiera a dicha empresa en atención a las mejoras efectuadas. El 9 de diciembre, el intendente Rafael Borda aceptó la prórroga.
El 21 de diciembre de 1871, la empresa solicitó una nueva prórroga al prefecto Melchor Terrazas por cuatro años más. Indicando que en la Casa Viedma existían vertientes que el municipio canalizaba a la plaza San Antonio con destrucción del canal subterráneo que tenía para el riego de la huerta y el desagüe del baño. El Concejo Municipal exigió que la empresa realice las mejoras sin perjudicar los trabajos de canalización.
Yo prosigo el relato: En septiembre de 1879, la empresa continuaba aún. El Heraldo publicó lo siguiente: “Hace cinco meses que el H. Concejo municipal acordó trasladar el Hospital de San Salvador a la Casa de Viedma. Esta medida higiénica y necesaria tomada con tanto calor y entusiasmo, en ese entonces, no se ha ejecutado y parece que, por desgracia, pasará a ocupar su puesto, en el número de los proyectos encarpetados.
Se acordó, no una sino repetidas veces esa traslación. 1º. En la sesión del 7 de marzo, el señor von Holten ofreció para el Lazareto i (y) la traslación del hospital la suma de 4.000 que tenía sobrante de la suscripción de Tacna. Quedaba por hallanar (allanar) la cuestión del local para lo cual se hizo proposiciones a don Francisco Smith para que devuelva al Concejo la quinta de Viedma. 2º. En las sesiones diurnas y nocturnas del Concejo, el 17 de marzo, se arribó a un acuerdo definitivo con el arrendatario quien aceptó la rescisión del contrato mediante la indemnización de 1.400 pesos cuya suma fue pagada en el acto. Se dispuso que el local se abandone en el término perentorio de 10 días. La empresa de coches y carruajes no opondría resistencia al traslado de estos a la quinta del Sr. Zegarra.
Pasaron cinco meses y no se cumplió el mandado municipal, tampoco la formación del Lazareto ni el traslado de los febricitantes. Quién dude debe acercarse a San Juan de Dios atestado de enfermos hasta los últimos rincones y pase a la quinta de Viedma donde encontrará abandono y soledad. Pasados 4 meses recién se pidió los fondos; la Comisión había dispuesto se pague el sobrante de la donación de Tacna a los enfermos del ejército en esa ciudad. Veamos pues si al fin queriendo sacar el hospital del centro de la ciudad, podemos conseguirlo”.
Marzo de 2017: La Casa de Viedma se encuentra en abandono y soledad total. El lugar donde estuvo el hospital San Salvador se vendió a un particular que está derribando el predio. Ninguna placa municipal recuerda estos hechos históricos.
El autor es médico.
Columnas de GASTÓN CORNEJO