Evolución del sector hidrocarburos en el quinquenio 90-95 y la Capitalización
A comienzos de los años 90 del siglo pasado, la situación del sector de hidrocarburos era muy delicada debido a que las reservas de gas natural y de petróleo eran muy bajas y la producción declinaba de manera irremediable.
Entre 1981 y 1991 la producción de petróleo aumentó a una tasa promedio de 0,55%, en tanto que la demanda se incrementó en un 8,6%. Estimaciones realizadas en 1995, mostraban que la oferta no podría satisfacer la demanda a partir de 2002 ya que desde ese año, y debido a la declinación de la oferta y al crecimiento de la demanda, los déficits serían crecientes.
En cuanto a YPFB, muchos analistas coinciden en señalar que la situación crítica de la empresa estatal, se originaba en las transferencias que realizaba al Tesoro General de la Nación, de manera que se le privaba de recursos importantes para financiar sus actividades. Recordemos que, las transferencias de YPFB al TGN, crecieron significativamente, a través del incremento del precio de los hidrocarburos establecido en el D.S. 21060. Entre 1990 y 1994 el servicio de la deuda externa alcanzó en promedio 37,6 millones de dólares, que significaron el 18% de los ingresos disponibles de YPFB. En 1992 se realizó una estimación de las inversiones para el desarrollo de nuevos campos durante los siguientes 10 años, el monto resultante alcanzaba a 850 millones de dólares; sin embargo, el presupuesto de exploración de YPFB llegaba por año apenas a 60 millones de dólares, financiados, en gran medida, con deuda externa concesional.
Las restricciones en el financiamiento concesional, debido a que los organismos multilaterales priorizaban la inversión social y no otorgaban créditos a las empresas estatales, complicaron aún más la situación de YPFB. En 1995 la empresa estatal tenía una deuda de 12 millones de dólares con los proveedores de materiales e insumos.
Otro factor que profundizó la crisis de YPFB, fue el acuerdo firmado entre los presidentes Jaime Paz Zamora de Bolivia y Carlos Menen de la Argentina, en agosto de 1989, mediante el cual se estableció una compensación contable de las deudas entre Bolivia y Argentina. Este acuerdo binacional, que se denominó “Borrón y Cuenta Nueva”, significó una pérdida para YPFB, como el que se estableció en la renegociación de 1992, que, al establecer una disminución del precio de venta, esta vez, a un dólar por millón de BTU, significó una pérdida tan grande que el “Pago Especial” que efectuó la Argentina por $us 110 millones de libre disponibilidad, no compensó en nada la millonaria pérdida para la empresa estatal.
En síntesis, la situación de YPFB era de total insolvencia, no tenía posibilidades de realizar las inversiones necesarias para el mantenimiento de los niveles de producción de líquidos y, lógicamente, menos para las labores de perforación exploratoria y desarrollo de campos. Es así que, poco a poco, se fue consumando la agonía de YPFB, hasta que con la Capitalización decretaron su muerte.
Este artículo, el primero de una serie de varios, responde al propósito de esclarecer algunos aspectos sobresalientes que, en su tiempo, marcaron y orientaron al sector energético hasta llegar a la preocupante situación actual. Conocer detalles de ese proceso contribuye al debate necesario, –que en la actual coyuntura será más intenso– para tomar decisiones técnicas, organizacionales y gerenciales.
El autor es ingeniero geólogo
Columnas de JORGE MÁRQUEZ OSTRIA