¿Cómo se financia la política en el país?
En estos días, la prensa boliviana puso en conocimiento que se entrega casi Bs 1 millón a dirigentes sindicales en YPFB, que, a nombre de estar en comisión política, perciben sueldos que van desde Bs 6.377 hasta Bs 40.000 sin realizar actividades laborales. En total, son 61 dirigentes que ganan plata a expensas de los y las bolivianas.
Naturalmente, los cuestionados dirigentes justifican esto apelando a su fuero sindical y a los derechos que les otorga la Ley General del Trabajo, que les permite estar en comisión, para que defiendan los derechos laborales de su gremio, pero que en términos reales se traduce en el apoyo político clientelar al Gobierno. Esta forma de proceder en el país llega a lo cínico, porque no se puede permitir que la ciudadanía pague el juego político de dirigentes que no cumplen la tarea de representación gremial y se hagan los mandamases, no con la plata de ellos, sino de todo el pueblo boliviano por los ingresos de YPFB.
Empero, más allá de la cólera, lo que se debe poner en cuestión acá es cómo se financia la política en el país.
De un tiempo a esta parte, la política se ha vuelto una profesión, para la cual no necesitas ir a la universidad para desarrollarla, como señala nuestro Vicepresidente, y sin duda una profesión bien redituada, dadas las fotos de hijos e hijas de nuestras autoridades paseando por el imperio o exautoridades con grandes lujos y vida imperialista. Algo que no puede ser posible en un país donde la gente pobre se rompe el lomo trabajando desde las 5:00 hasta media noche, mientras un grupo de privilegiados, a nombre de representar al pueblo o liderar a los humildes, vive rodeado de privilegios.
Por favor, pido que no se considere una crítica a quien tiene recursos económicos, sino que más bien es una crítica a la forma en la que se financia la política en el país y cómo la política se ha vuelto una profesión altamente rentable. Porque habrá que preguntarnos, ¿de qué viven los políticos? ¿Quién financia sus elucubraciones revolucionarias? ¿Cómo hacen para tener esa vida de lujos y ostentación?
La ciudadanía tiene derecho de conocer estos datos, porque mientras no pidamos más transparencia a los políticos, independientemente de la dicotomía izquierda o derecha, va a seguir siendo la política un medio para salir de la pobreza o hacerse millonario, y no un instrumento de transformación social. Lo cierto es que en el caso de los dirigentes de YPFB es urgente revisar la Ley General de Trabajo y el fuero sindical en las empresas del Estado, y exigir una ley que pida a los políticos y partidos políticos rendir cuentas de los recursos que perciben, para ver de dónde sacan la plata para dedicarse enteramente a jugar al político en el país y, así, saber mejor quién es quién.
Columnas de CÉSAR AUGUSTO CAMACHO SOLIZ