Análisis coyuntural de la minería del oro
La producción de oro muestra un comportamiento variable a lo largo de los períodos analizados del primer semestre de las gestiones 2023 - 2024. En la gestión 2023 de los meses analizados, refleja un período de estabilidad y auge para el sector con una producción de 24,73 toneladas. Sin embargo, en el mismo periodo de tiempo de la gestión 2024, se observa una volatilidad en cantidad de producción a 13,25 toneladas de este metal. Este comportamiento se debe a diversos factores, como las condiciones que afectan la actividad minera, fluctuaciones en los precios del oro en la comercialización y la intervención estatal para fortalecer las reservas internacionales.
En el ámbito de la exportación de oro, el primer semestre de la gestión 2023 se destacó por alcanzar el mayor volumen exportado, correspondiente al 95% con respecto a la producción de oro de ese año. En contraste, el primer semestre de la gestión 2024 presentó una exportación del 46,2% respecto a su producción. Esta reducción está alineada con las políticas del Banco Central de Bolivia (BCB) de acumulación de reservas, así como con el control de las exportaciones, con el objetivo de mantener un equilibrio favorable entre las reservas internacionales y la salida del metal precioso. Como resultado, se logró acumular un 46,7% de la producción de oro en el primer semestre de 2024 en las reservas nacionales, sumando un total del 92,9% entre las exportaciones y la venta al BCB.
Al comparar las gestiones 2023 y 2024 al primer semestre, considerando tanto las exportaciones como las compras realizadas por el Banco Central de Bolivia (BCB) en el semestre 2024, se evidencia una reducción en las exportaciones del 52,6% en comparación con la gestión 2023 en el mismo tiempo de análisis. Esta disminución se debe principalmente a la menor producción de oro durante esta gestión.
Impacto de la acumulación de oro por el BCB en las regalías
Actualmente, los costos de exportación del oro generan para el Estado un ingreso adicional del 1% en regalías, que son pagadas por las comercializadoras. Cabe mencionar que, en el mercado interno, la regalía del 1.5% ya ha sido abonado por los Actores Productivos Mineros, y las comercializadoras actúan únicamente como agentes de retención. La participación del Banco Central de Bolivia (BCB) y de la Empresa Pública Productiva de Comercialización de Oro (EPCORO) ha permitido que este 1% de regalía sea más consistente y estable, al combatir la evasión de regalías mediante un control más estricto y una mayor formalización de las operaciones mineras. Esto, a su vez, genera efectos positivos indirectos en la economía, ya que asegura una mayor contribución de la actividad minera al desarrollo del país y fomenta un sector más transparente y regulado.
El análisis de las regalías durante el primer semestre de las gestiones 2023 y 2024 revela un comportamiento interesante en relación con la producción y exportación de oro. A pesar de que en el primer semestre de 2024 se registró una disminución en la producción de oro del 46,4% y las exportaciones de este metal se redujeron en un 52,6% en comparación con el mismo período de 2023, las regalías mineras sólo experimentaron una reducción del 33%.
La adquisición del 46,7% de la producción de oro por parte del Banco Central de Bolivia (BCB) ha sido un factor crucial para mitigar parcialmente la caída en las regalías mineras y mantener una estabilidad económica relativa. Según el informe del BCB, hasta agosto de 2024, la compra de oro generó ingresos aproximados de $us 653 millones. En particular, durante el primer semestre de esta gestión se adquirieron 6,19 toneladas oro y los meses de julio y agosto, se adquirieron 2,1 toneladas de oro. Estos ingresos superan los obtenidos por regalías mineras, proporcionado una alternativa ante la disminución de las exportaciones, sino que también ha mejorado la solidez económica del país.
Las comercializadoras privadas juegan un papel crucial en la comercialización de este metal, sin embargo, el alto nivel de concentración de beneficios en estas empresas privadas limita significativamente el retorno al Estado. La política actual busca incrementar la participación del Estado en la cadena de valor del oro, garantizando que la actividad minera sea rentable para todos los actores involucrados, pero también que contribuya de manera equitativa al desarrollo del país.
Las comercializadoras privadas muestran una notable volatilidad en su permanencia en el mercado, con constantes cierres de algunas empresas y la apertura de nuevas. Esta situación está influenciada tanto por el control ejercido por Senarecom sobre las comercializadoras privadas como por la creciente participación del Banco Central de Bolivia (BCB) y la Empresa Pública Productiva de Comercialización de Oro (Epcoro) que poco a poco va tomando protagonismo en el mercado de la comercialización del oro, lo cual refuerza la presencia del Estado en este sector estratégico.
Columnas de Marcelo Ballesteros