Día Mundial de la Agricultura
Hoy, en el Día Mundial de la Agricultura no recordamos ni realzamos únicamente este sector productivo, sino la base misma de nuestra existencia y sustento.
En un mundo en el que muchas de los productos se encuentran al alcance de la mano en los mercados y supermercados muchas veces se olvida cómo llegan todos esos productos a nuestra mesa: ¿cómo se producen?, ¿qué dificultades enfrentan? Y, claro, ¿quiénes los cultivan?
Este día, que puede ser que no esté muy presente en el calendario y que en el caso de Bolivia esté más asociado al 2 de agosto cuando se recuerda el Día de la Revolución Agraria, Productiva y Comunitaria, es una oportunidad para reflexionar en la importancia de la seguridad alimentaria y de quienes hacen posible que productos como papa, cebolla, habas, tomates, manzanas, trigo, arroz y otros lleguen cada día a la mesa de los bolivianos.
Actualmente no resulta fácil producir, pues cuando la Tierra enfrenta múltiples amenazas como el cambio climático y los incendios. Se requiere de mucho esfuerzo, sabiduría y resiliencia.
En Bolivia conviven aún la agricultura ancestral, rudimentaria, y la moderna y agroindustrial. Se trata de extremos que además se reflejan en una agricultura de auto subsistencia, para el sostenimiento de una familia; y, otra de mayor alcance que genera productos para exportar y obtener divisas, como la soya y el arroz.
Más allá del sistema de producción, Bolivia es altamente dependiente de la agricultura a pequeña y gran escala. Ambas son importantes para asegurar el alimento de más de 11 millones de habitantes, según el último Censo Nacional de Población y Vivienda que realizó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los agricultores son los guardianes de nuestra cultura y del medioambiente. Son ellos quienes mantienen la producción de nuestros alimentos ancestrales, como el maíz, en todas sus variedades, incluso, protegen las semillas nativas que se constituyen en una riqueza natural invalorable.
Aunque estos productores han diseñado diversas estrategias para producir y proteger sus cultivos de plagas y desastres, siguen siendo uno de los sectores más vulnerables a daños como el cambio climático que los enfrenta a sequías prolongadas.
A ello se suman las fluctuaciones del mercado, que en el caso de Bolivia está afectado por el contrabando que hace que las papas, las cebollas y otros productos lleguen a un precio menor o salgan de manera ilegal del país.
El Día Mundial de la Agricultura es un llamado a la acción y un recordatorio de que cada alimento que llega a nuestra mesa tiene una historia. Es además una ocasión para alentar a las instituciones y los legisladores a trabajar en políticas de fomento que incluyan a todos los eslabones de la cadena productiva.
También se debe pensar en proteger y revalorizar a los que producen alimentos sanos, orgánicos, libres de químicos.