Roger Mariaca, Fiscal General:“Buscamos una Fiscalía firme contra el crimen”
Con el objetivo de fortalecer la lucha contra la criminalidad, enfocar la persecución de delitos de alto impacto con métodos especializados y garantizar resultados efectivos en la desarticulación de estructuras delictivas, el Ministerio Público está implementando la consolidación de nueve Fiscalías Especializadas en áreas concretas. Sobre las características, forma de funcionamiento y otros detalles de esta innovación en la justicia habla Roger Mariaca, Fiscal General del Estado, en entrevista con Los Tiempos.
Los Tiempos (LT).- ¿Qué motivó al Ministerio Público crear las Fiscalías Superiores y qué resultados se esperan?
Roger Mariaca (RM).- Dentro de las Líneas Estratégicas 2025-2030 que he desarrollado para mi gestión como máxima autoridad ejecutiva de la Fiscalía General del Estado, me he propuesto fortalecer la persecución penal con un enfoque estratégico e inteligente.
La criminalidad organizada representa una amenaza directa a la seguridad, el desarrollo y la estabilidad del país, por lo que su combate exige métodos avanzados de investigación, cooperación interinstitucional y el uso eficiente de los recursos para garantizar resultados contundentes.
Nuestro objetivo es consolidarnos como una Fiscalía implacable en la lucha contra el crimen organizado, enfocándonos en delitos de alta complejidad como el narcotráfico, la corrupción, la violencia sexual—especialmente contra niñas, niños, adolescentes y mujeres—y la trata de personas. Para ello, impulsaremos el fortalecimiento de las capacidades investigativas y el uso de herramientas tecnológicas avanzadas que permitan detectar, desmantelar y sancionar estructuras criminales de manera eficaz.
Esta lucha debe desarrollarse sin menoscabo de los derechos humanos y el debido proceso. Nuestra labor se fundamenta en principios de justicia, equidad y respeto a la dignidad humana, asegurando que todas las partes procesales sean tratadas con imparcialidad, independencia y sensibilidad, independientemente de su situación procesal. Buscamos una Fiscalía firme contra el crimen, pero profundamente comprometida con los valores democráticos y el estado de derecho.
LT.- ¿Cuáles serán las principales competencias de las nuevas fiscalías a diferencia de las fiscales tradicionales?
RM.- Los Fiscales Superiores, además de ejercer las facultades establecidas en la ley para dirigir procesos ante el Tribunal Supremo de Justicia, desempeñarán un papel fundamental en el fortalecimiento de la lucha contra la criminalidad organizada. Su labor se enfocará en la persecución estratégica de delitos de alto impacto, con métodos especializados que garanticen resultados efectivos en la desarticulación de estructuras delictivas.
Como líderes de las Fiscalías Especializadas, su rol trascenderá la mera supervisión y se traducirá en una intervención activa en la codirección de investigaciones y en el litigio estratégico de los casos más complejos y de mayor relevancia social. Esta nueva dinámica fortalecerá la capacidad operativa del Ministerio Público, optimizando recursos, generando mayor eficiencia en la persecución penal y elevando los estándares técnicos y profesionales de la institución.
Además, su gestión estará cimentada en una política criminal que equilibre la determinación en la lucha contra el crimen con el respeto irrestricto a los derechos humanos y al debido proceso. La persecución penal no solo debe ser implacable contra quienes vulneran la ley, sino también transparente, justa y respetuosa de la dignidad de todas las partes procesales. Este enfoque garantizará una atención integral para las víctimas y consolidará la legitimidad del sistema de justicia ante la sociedad.
Los Fiscales Superiores no serán solo funcionarios de alto nivel: serán un mecanismo de transformación en la estrategia penal del país, contribuyendo a la consolidación de una justicia más efectiva, moderna y humanizada.
LT.- ¿Cuántos fiscales superiores se tendrán en Bolivia y si contarán con una preparación especial?
RM.- Inicialmente, Bolivia contará con nueve Fiscales Superiores, especializados en crimen organizado, narcotráfico, anticorrupción, razón de género, vida y personas, patrimonial y Derechos Humanos. Estos fiscales han sido rigurosamente seleccionados por su profesionalismo, capacidad técnica y vasta experiencia en el área, garantizando un liderazgo efectivo en la persecución penal de los delitos más complejos.
En los mejores Ministerios Públicos y Fiscalías Generales del mundo, la especialización y el liderazgo estratégico han demostrado ser clave para una persecución penal eficiente. En Bolivia, esta estructura se consolidará a través de los Fiscales Superiores, quienes no solo dirigirán las Fiscalías Especializadas, como ya indique sino que tendrán un rol activo en la formulación e implementación de planes de Política de Persecución Penal, asegurando un enfoque táctico en la lucha contra la criminalidad organizada, a nivel local, nacional e internacional.
Además, estos fiscales recibirán una formación especializada en técnicas avanzadas de investigación criminal, litigación estratégica, cooperación internacional y aplicación de la tecnología, en la lucha contra la criminalidad, y esto dado a que el Ministerio Público, tiene la mayor y mejor herramienta tecnológica, desarrollada, para mejorar el trabajo fiscal, dar un acceso directo a las partes del proceso al cuaderno electrónico del caso pero sobre todo ya hemos iniciado el desarrollo de nuestra propio sistema de inteligencia artificial, que pronto será presentada, estando a la vanguardia en el desarrollo tecnológico en la región.
LT.- ¿Esta nueva modalidad de Fiscalías forman parte de la política criminal del país?
Sí, la creación de las Fiscalías Superiores representa un avance decisivo en la política criminal del país, alineándose con las mejores prácticas internacionales para enfrentar la criminalidad de manera estratégica y efectiva. Este modelo impulsa el fortalecimiento de la persecución penal en delitos de alta complejidad, optimiza el desempeño del Ministerio Público, introduce la codirección de investigaciones y litigio estratégico, y brinda una respuesta eficiente ante la sofisticación y transnacionalidad de la criminalidad.
Estas nuevas fiscalías constituyen un pilar de transformación dentro de la política criminal, consolidando al Ministerio Público como una institución moderna, eficaz y comprometida con la seguridad y el Estado de derecho.