Razones por las que Francia o Croacia pueden ganar la final

Fútbol Int.
Publicado el 14/07/2018 a las 0h09

La clasificación para la final de una Copa Mundial de la FIFA indica que se han superado grandes obstáculos o se han mostrado unas cualidades excepcionales, hasta el punto de que la conquista del trofeo ya no es un sueño, sino un objetivo muy concreto.

Y los finalistas, como es lógico, cuentan con todas las razones para pensar que muy pronto podrían añadir sus nombres al selecto club de quienes tienen un título mundial en su palmarés.

Es por eso que los enviados especiales de FIFA.com analiza los tres argumentos de cada selección por los cuales pueden ganar la final de la Copa Mundial Rusia 2018.

Argumentos de Francia

Solidez: El combinado francés impresiona tanto en defensa como en ataque, con unas estadísticas que hablan por sí solas porque únicamente ha ido perdiendo durante 9 minutos desde el inicio de la Copa del Mundo. Además, Hugo Lloris detuvo los siete últimos disparos que recibió entre los tres palos efectuados, Con ocho triunfos en sus 11 últimos partidos, Didier Deschamps presenta el mejor promedio de victorias (un 73 por ciento) de los seleccionadores que han dirigido más de 10 encuentros en la competición

Historia y tradición: Veinte años después de ganar su primer y único título mundial, Francia está a las puertas de repetir aquella gesta, para lo que debe vencer a Croacia en la final. Y el cuadro balcánico se perfila aquí como un símbolo: el choque es una reedición de la semifinal que condujo a los franceses hasta el título en 1998. Si lo repiten, Didier Deschamps se convertiría en el tercer hombre, tras Mário Zagallo y Franz Beckenbauer, que alza el trofeo, primero como jugador y luego como seleccionador.

Argumentos de Croacia

Colectivo milagroso y concentración máxima: El seleccionador, Zlatko Dalic, ha logrado algo increíble. El ambiente del equipo nunca ha sido mejor, como reconocen continuamente los propios jugadores.

Llevan 50 días juntos y se sienten como una verdadera familia. Los futbolistas derrochan un esfuerzo extraordinario y están dispuestos a darlo todo por el compañero dentro de la cancha. A pesar de haber jugado tres prórrogas consecutivas, han hecho gala de un excepcional deseo colectivo de alcanzar la victoria.

Fortaleza psicológica y garra: Dinamarca, Rusia e Inglaterra fueron los tres rivales ante los que los Vatreni superaron resultados adversos. Además, ante daneses y rusos tuvieron que llegar a la tanda de penales. Los croatas son los reyes de las remontadas, y dominaron esas contiendas en los aspectos tanto físico como psicológico.

La confianza que aporta la experiencia: El madridista Modric es el líder de esta gran generación de los Vatreni, aunque el equipo de Dalic cuenta con otras figuras, entre ellas jugadores del Barcelona, el Inter de Milán, el Juventus y el Liverpool como Ivan Rakitic, Mario Mandzukic, Ivan Perisic, Mateo Kovacic y Dejan Lovren.

La media de edad del plantel es de 27 años y diez meses, lo que implica una gran experiencia y confianza, porque casi todos tienen la titularidad asegurada con sus clubes.

 

UN GRAN BLOQUE:

“El Mundial no respeta la calidad, sólo a los equipos”, había declarado Roberto Martínez, seleccionador de Bélgica, antes de caer a manos de los Bleus, Los hombres de Didier Deschamps son el ejemplo perfecto del espíritu de equipo.

En primer lugar, en el plano deportivo: todos los jugadores son capaces de marcar diferencias o de perforar la meta contraria, como indica su lista de anotadores en la fase de eliminatorias, que incluye defensas, centrocampistas y delanteros.

 

LOS PUÑALES INESPERADOS DE FRANCIA EN RUSIA

fifa.com

Los laterales Benjamin Pavard y Lucas Hernández, insospechados titulares en el once de Didier Deschamps desde el comienzo de la Copa Mundial, no tardaron en imponerse como elementos esenciales y decisivos de la selección francesa.

Se esperaba a Djibril Sidibé y Benjamin Mendy por las bandas, pero en su lugar hemos visto a Benjamin Pavard y Lucas Hernández, dos defensas de 22 años prácticamente desconocidos para el gran público francés hace apenas siete meses.

En unos cuantos partidos, estos dos infatigables trabajadores de los carriles tricolores lograron la proeza no sólo de consolidarse en el equipo, sino también de confirmar las esperanzas que había depositadas en ambos.

Presentan un perfil similar, edad y complexión física, rigor defensivo y aportación ofensiva; asimismo, comparten la particularidad de haberse dado a conocer en campeonatos extranjeros: la Bundesliga el primero y la liga española el segundo.

Pavard, titular en el Stuttgart, y Hernández, que se ganó el puesto en el Atlético de Madrid tras la lesión del brasileño Filipe Luís, llegaban a Rusia con sólo cinco internacionalidades cada uno.

Estos “gemelos” comparten, por último, otra cosa: el respeto, la complicidad y la gratitud hacia Didier Deschamps. El seleccionador demostró tener un enorme olfato y audacia al apostar por los  jóvenes.

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