Con hard trick. Boyero convirtió tres de los cuatro goles en el triunfo de Blooming a laU
Santa Cruz | El Deber
Necesitaba ganar para creer en su capacidad y lo consiguió. Sin haber mostrado un fútbol claro, Blooming goleó (4-0) a Universitario, que no tuvo los argumentos para pararse al frente de la academia, que en el segundo tiempo despertó y generó varias situaciones de gol.
El equipo celeste contó con un inspirado Hernán Boyero, que anotó tres (16’ 25’ 33’ del segundo tiempo) de los cuatro tantos con los que se equipo sumó la primera victoria en el torneo Clausura, mientras que Robles el restante (38’PT).
Bien lo habían dicho algunos jugadores, que sólo los triunfos les ayudarían a recobrar la confianza que habían perdido en sí mismos y parece que ayer se dio el primer paso en busca de esto.
En el primer tiempo la academia tuvo sólo tres situaciones de gol, una de Suárez (9’), que remató muy despacio a las manos de Lampe; la otra de Vieira (16 ), que iba directo al arco y fue desviada por un defensor y la última de Robles, que aprovecho una mala salida del arquero chuquisaqueño para abrir el marcador a los 38 minutos.
De ahí no hubo más, mientras que los visitantes tuvieron la oportunidad de haberse puesto en ventaja un minuto antes del gol (37’), cuando un tiro libre de Saucedo dio en el travesaño del arquero Jemio.
En este primer periodo, Vieira intentó ordenar el juego de su equipo, apoyado por Robles, pero no fue suficiente, pues Chávez, que iba por izquierda, Suárez y Boyero estuvieron dormidos para haber mostrado mayor ambición, aunque el equipo capitalino marcó bien en la defensa.
Había cosas que mejorar y eso lo sabía ‘Copito’, que en el descanso habló con sus dirigidos, ajustó lo que estaba fallando y sus indicaciones dieron resultado. El equipo fue otro, hubo mayor entrega, más despliegue y muchas situaciones de gol.
Luiz Carlo rotaba con ‘Sucha’ en mitad de cancha y dejaba sólo por la izquierda a Chávez, que tuvo mayor presencia en el complemento. Andrada hizo cambios, mandó a Pimenta a la cancha. El futbolista brasileño, que había sido despreciado por el anterior técnico, ayer, en los 15 minutos que estuvo en la cancha, mostró su dominio y alimentar a los delanteros con pases en profundidad, aunque claro, el elenco de Universitario ya había bajado la guardia y lo único que quería era ya no recibir más goles.