Viviana Gonzales: Extraño la Bolivia que no es y que no fue jamás
La reconocida poetisa boliviana-mexicana Viviana Gonzales conquistó el prestigioso Latin Book Award, en la categoría Mejor Libro de Poesía, por su poemario “Hay un árbol de piedra en mi memoria”.
¿Qué significado tiene este galardón para usted?
Creo que todo premio es importante, porque así es como la gente te voltea a ver y todos los escritores queremos ser leídos.
Me siento muy feliz de hablar de Bolivia y México en mi poesía.
Y ya que me preguntan de un galardón, también quiero decir que el galardón de la maternidad es uno de los que disfruto enormemente, me lo dio mi hijo, mi bailarín de ballet hace doce años, y siento que el proceso de escribir y parir un hijo son muy parecidos. Requieren de tiempo y, sobre todo, de mucho amor.
¿En qué medida primó la nostalgia que siente por Bolivia para escribir “Hay un árbol de piedra en mi memoria”?
La nostalgia es una constante en mi vida y supongo que, en la vida de todas las personas, sobre todo de las que estamos lejos de nuestros países.
He vivido con nostalgia y melancolía gran parte de mi vida. Me fui muy joven y en muchas ocasiones necesitaba estar en La Paz, con mi gente.
La poesía también me ha enseñado una cosa muy importante: “Extrañamos lo que hemos creado en nuestras mentes y nuestros corazones”. Yo extraño la Bolivia que no es y que no fue jamás. La Bolivia que se ha quedado atrapada en mis recuerdos luminosos de juventud.
Mis caminatas, el Prado, Sopocachi, los S an Juanes (que ya no existen).
La poesía me ha permitido “recrear” esa especie de paisajes oníricos que yo llamo país y al que puedo volver siempre que puedo y quiero.
¿Por qué el título?
El título nace del famoso “árbol de piedra” que se encuentra en la Reserva Nacional de Fauna Eduardo Abaroa en Potosí. Esos paisajes andinos me impactaron mucho.
Sus libros “Canto de un pájaro de fuego” y “Te doy el tiempo de un zapato” también destacan en la literatura internacional…
Canto nació en la pandemia y es el libro que más ha “paseado” conmigo en presentaciones, recitales, etc. La editorial en la que se publicó me encanta, Buenos Aires Poetry. Este libro no fue a ningún concurso y fue una decisión clara, yo quería publicarlo y quería publicarlo en Argentina.
“Te doy el tiempo de un zapato” está a punto de salir y fue finalista del Nueva York Poetry Press. Iván Cruz, quien fue jurado del concurso y director de Dogma Editorial, apostó por este manuscrito y le estoy muy agradecida. Así que pronto habrá novedades con ese poemario. Es un poemario que se divide en tres partes: una más personal; Jordán, que es un homenaje a algunos textos bíblicos, y América, que es el recorrido de una voz poética a través de las primeras impresiones de Estados Unidos, habla un poco de las calles, del sistema político y económico, de los sueños, del capitalismo, de la gente.
“Mamá tiene miedo” será su primera obra traducida al inglés, ¿cuándo se publicará?
“Mamá tiene miedo” es muy especial. La escribí, y aún no lo puedo creer, en una sentada. Esa vez fue una experiencia mágica, yo no buscaba nada, la imagen de pronto llegó, la musa se hizo presente. Recuerdo que fui a mi escritorio y les dije (a mi familia): “Ahora vengo”. Me puse a escribir y luego salí con la obra terminada y dije, ¡listo!: era eso lo que estaba viendo.
Quiero mucho esa obra, la envié a unas cuantas editoriales infantiles en México y me dijeron que, aunque les gustaba mucho, consideraban que el tema era muy delicado y un tanto oscuro para publicarse como libro infantil. Algunos amigos míos que leyeron el manuscrito me dicen que no es un libro infantil, no lo sé.
Es un libro en verso que relata, desde la voz de un niño, el proceso depresivo de su madre. Es un libro triste, sí, pero también creo que tiene mucho de esperanzador. La mamá sufre de una enfermedad que ella nunca la ha pedido y que no puede controlar, pero el amor de su hijo la salva, porque el amor, como decía Roberto Bolaño, siempre trae algo mejor. De alguna manera, como lectores, sabemos que esa enfermedad no tiene cura, pero que el amor siempre encontrará formas de hacerse presente.
Finalmente, me reuní con Ilana Luna (traductora) y Florencia Rossi (ilustradora) y pienso que saldrá algo muy lindo que me ilusiona mucho. Todavía no tiene una casa como tal, pero lo cierto es que se publicará en Estados Unidos y en edición bilingüe. Les adelanto que las ilustraciones son muy hermosas.
¿Qué acogida han tenido los talleres titulados “Diles que no me maten, sino que me lean” o “Por los caminos del Quijote. Una lectura contemporánea del caballero andante”?
Esos talleres se han presentado en México en diversas ocasiones e incluso en distintas plataformas.
Primero con “Diles que no me maten, sino que me lean” quise hacer un homenaje a la obra de Juan Rulfo (de ahí el título) y por exigencias de las secretarías de Hacienda, Cultura, pero también de la Filij (Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil) yo debía preparar un taller que acerque de manera divertida la literatura a nuestros jóvenes.
Pensé en leer microrrelatos, cuentos y que todo gire en torno al terror y la ciencia ficción y la verdad es que fue un éxito. Con textos de distintos autores, como Fernando Iwasaki, Amparo Dávila, Raymond Carver, Margaret Atwood, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, etc., pudimos hablar de temas como la política, los miedos, la literatura, el conocimiento, la música, el cine, etc.
“Por los caminos del Quijote. Una lectura contemporánea del caballero andante” surge como un proyecto personal. Quería dedicarle un tiempo real a la lectura y estudio de Don Quijote. Era época de pandemia y me dediqué por tres meses a estudiar la obra de Cervantes. Era mi trabajo. Todos los días leía y estudiaba al Quijote. Veía videos, buscaba entrevistas. Compré libros. Fue una experiencia inigualable. Después de ese tiempo, me sentí capaz de dar un taller sobre el Quijote. La lectura que hacemos en ese taller es desde una mirada contemporánea.
Gracias a ese libro, ha llegado mi amor por la lectura de la Biblia o El Corán. Yo veo al Quijote como un libro iniciático, incluso me atrevería a decir que es el mejor libro de la historia.
He desarrollado un amor profundo por algunos personajes, por ejemplo, por Marcela que aparece en el Tomo I.
Pienso que leer el Quijote ha sido una de las mejores experiencias de mi vida y que todos deberíamos leerlo… porque es perfecto.