Cristian Tarifa: “El teatro Achá mantiene sus tejas patrimoniales”
Los trabajos de mantenimiento de la cubierta del teatro Achá ya se finalizaron. Varias tejas de fibrocemento que estaban deterioradas fueron reemplazadas por otras del mismo material. El reemplazo se realizó en el ala oeste del teatro, sector que no es considerado patrimonio, ya que no forma parte de la estructura original del convento de San Agustín. La cubierta del convento que sí es considerado como patrimonio, junto a todas sus tejas, recibió mantenimiento preventivo.
Cristian Tarifa, jefe de teatros, casonas y museos de la Alcaldía de Cochabamba, informó que el reemplazo de tejas se realizó en el ala oeste, que no forma parte de la estructura de la iglesia original, ya que su construcción data de hace aproximadamente 50 años. “No es un lugar patrimonial porque es un lugar nuevo”, explicó Tarifa. De igual forma dijo que se utilizaron placas de fibrocemento similares a las tejas musleras coloniales originales ya que se debe mantener la estética.
Tarifa puntualizó que se realizan constantes mantenimientos a la cubierta que sí forma parte del patrimonio. “La peculiaridad que tienen las tejas musleras es que casi son eternas. Por eso hacemos mantenimientos preventivos. Esas tejas tienen más de 500 años. Se les hace limpieza y se las impermeabiliza para preservarlas”.
El arquitecto experto en restauración de edificios históricos Mario Moscoso indicó que desde hace algún tiempo ya se implementaron tejas de fibrocemento Duralit en secciones del techo del ala oeste.
“En casos de restauración, se habla de reintegración de superficie de cubierta. Había algunas cubiertas que tenían materiales nada adecuados, creo que calaminas. Entonces había que reponerlas con un material que sea compatible con la imagen volumétrica de la estructura de forma que desde el aire parezca una teja colonial”.
Por su parte, Marco Antonio Macias dio opiniones similares. El experto habló de un elemento de la restauración llamada la quinta fachada, que se refiere a la simetría de los techos, algo comúnmente observable desde las cubiertas circundantes. “En restauración, lo deseable es que se sustituya el material original con uno similar”.
El experto afirmó que hay casos en los que las tejas coloniales artesanales, dada su escasez y la dificultad para conseguirlas, son sustituidas por tejas de cerámica actuales. En esos casos, lo único que cambia es el momento en el que se fabricó el material.
“Un principio en la restauración es diferenciar lo antiguo de lo nuevo para no falsear y que se note que la intervención es reciente”, indicó Macias. Cabe recalcar que estas opiniones son generalizaciones de los reglamentos de restauraciones.
El teatro José María Achá es una de las edificaciones más representativas de Cochabamba. Sus muros encierran historias infinitas del pasado artístico boliviano donde grandes acontecimientos tuvieron lugar, inmortalizándose en la historia junto al propio edificio. Los años no pasan en vano y esta centenaria estructura sintió el paso del tiempo. Es por esto que se realizaron muchos trabajos de refacción en múltiples ocasiones.
Cronología
El 5 de junio de 1578 se fundó en este espacio histórico el convento de San Agustín. Esta orden ocupó este lugar hasta marzo de 1826, fecha en la que el mariscal Antonio José de Sucre dispuso la supresión de varios conventos en Cochabamba para ser utilizados como centros de educación primaria. El convento de San Agustín se dispuso a la Universidad Mayor de San Simón para la formación académica superior de los jóvenes.
Luego, en 1864, el entonces presidente José María Achá impulsó la iniciativa de convertir la estructura en un espacio para el arte y la cultura. Después de un proceso de transformación, se abrió al público el flamante teatro de la Unión Americana. Posteriormente, el recinto recibió el nombre que ostenta hasta nuestros días en honor a este presidente y su apoyo a la cultura y las artes.
Casi 100 años después, se sucedieron múltiples daños estructurales que necesitaron refacciones. Es así que, a partir de 1959, se inició un ciclo de intervenciones que se acompañaron por cierres y aperturas constantes. La última del pasado milenio se hizo en el periodo 1987-1989. A inicio de este proyecto se constató que el teatro se encontraba en malas condiciones debido a las inclemencias del tiempo y a malas intervenciones en el pasado. Es por esto que se optó por realizar un proyecto integral de reparación. Esta labor fue ejecutada por los arquitectos Alina Espinoza, Ana María Vidal y Miguel Hanny supervisados por el arquitecto municipal Hugo Ballivián. En esta instancia, se realizaron mantenimientos al tejado original compuesto por tejas coloniales musleras.
En enero de 2010, 22 años después, surgió la necesidad de desplegar un nuevo mantenimiento a los tejados del teatro Achá. En aquella ocasión, Quinsi Cons fue la empresa constructora encargada de la restauración. Su trabajo consistió en impermeabilizar las tejas en buen estado y reemplazar las que estuvieran rotas por otras del mismo material y origen.
A partir de 2019, el escenario cerró sus puertas para nuevas refacciones ya que la humedad deterioró muchas partes del mismo. La estructura histórica estuvo cerrada por 3 años hasta su reapertura en septiembre de 2022. Durante este tiempo se realizaron nuevos mantenimientos que continúan hasta el presente.