La lucha por la supervivencia del oso jucumari
Madeleyne Aguila / Fundación Armonía
“Es miembro de la familia de los úrsidos y de las ocho especies de osos que hay en el mundo, el oso andino o Jucumari es el único que habita en Sudamérica. Por ello, es importante dar a conocer a esta especie y mostrar las amenazas que enfrenta. Así como el oso panda o el oso polar se encuentran en vías de extinción, el oso andino también está amenazado. Necesita y merece nuestra protección”, comenta Viviana Albarracín, especialista con más de 15 años en la conservación de este magnífico mamífero.
Albarracín es ingeniera en ecología y medio ambiente, y cuenta con una amplia experiencia en gestión y difusión ambiental, con un interés particular en el estudio y la conservación del Jucumari. En entrevista con la Fundación Armonía, Albarracín resalta la importancia del oso andino en la biodiversidad de Bolivia, su legado cultural y su rol en los servicios ecosistémicos para las personas.
“Lo que caracteriza al oso andino son sus manchas alrededor de su rostro y cuello. Éstas son diferentes en cada individuo e incluso pueden ser muy poco visibles en aquellos osos que a primera vista se ven completamente negros. Las manchas del oso andino le dieron el nombre vernacular de oso de anteojos. Éstas son de color blanquecino o más claro que el pelaje del resto de su cuerpo, y actúan como las huellas dactilares para reconocer a cada oso. El macho del oso andino llega a medir entre 1,8 y 2 metros de altura, parado en dos patas, mientras que la hembra alcanza los 1,5 a 1,6 metros”, señala la experta.
El oso andino habita una estrecha franja a lo largo de la cordillera de los Andes, desde las estribaciones cordilleranas del oeste de Venezuela, pasando por Colombia, Ecuador y Perú, hasta el sur de los andes centrales de Bolivia. Respecto a números, según Albarracín, no se tiene un dato concreto, se habla de una estimación entre 13.000 a 18.000 individuos en toda su distribución. En Bolivia, podemos encontrar al oso andino en la franja de bosques montanos desde La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Chuquisaca, hasta Tarija.
El oso andino enfrenta serias amenazas que lo han llevado a ser categorizado como una especie Vulnerable a la Extinción, de acuerdo con la evaluación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Actualmente se trabaja para actualizar esa evaluación y, lamentablemente, es probable que pase a una categoría de mayor riesgo, como una especie en “Peligro de Extinción”. Entre las principales amenazas para el Jucumari están: la pérdida de su hábitat, los incendios forestales, la cacería por retaliación y el tráfico ilegal de vida silvestre.
En algunos lugares donde los osos cohabitan con las personas pueden ocurrir conflictos, debido principalmente al consumo de cultivos o ganado. Dado que el hábitat del oso andino ha sido transformado para cultivos.