“Talleres para la Vida” promueven cocina saludable y comunitaria en La Paz
En medio de un contexto marcado por la incertidumbre económica y el alza de precios en productos básicos, el colectivo gastronómico cultural Sabor Clandestino organiza los “Talleres para la Vida”, un espacio gratuito de aprendizaje y encuentro en torno a la cocina saludable. La propuesta busca fortalecer hábitos de alimentación nutritiva y sostenible, utilizando ingredientes accesibles y de producción local.
Los talleres surgieron inicialmente en dos unidades educativas de la ciudad de El Alto. Actualmente, se desarrollan en la ciudad de La Paz bajo la coordinación de Marco Quelca, del colectivo cultural gastronómico. La convocatoria se abrió al público general en vista de la creciente demanda y la necesidad de ofrecer alternativas frente al encarecimiento de la canasta familiar.
“Sabemos que muchas personas estamos acostumbradas a que la comida tenga carne, y que si no la tiene, creemos que no alimenta. Con estos talleres queremos cambiar esa percepción y demostrar que se puede comer bien, de forma nutritiva y sabrosa, usando productos locales”, señaló Quelca.
Gran respuesta del público
La aceptación fue inmediata: en una sola noche se llenaron los cupos disponibles para dos meses de talleres, y en apenas 24 horas se recibieron más de 200 mensajes de personas interesadas. El entusiasmo se refleja en la diversidad del público asistente, con participantes que van desde los 17 hasta los 50 años, incluyendo jóvenes, madres, padres y trabajadores.
Aunque los talleres son gratuitos, se solicita una colaboración simbólica de 15 bolivianos por sesión, destinada exclusivamente a cubrir el costo de los insumos necesarios para la preparación de las recetas.
Clases presenciales y posible versión virtual
Los talleres se realizan de forma presencial todos los lunes en el espacio de Sabor Clandestino. Esta modalidad responde a la naturaleza práctica de la cocina, que facilita el aprendizaje directo y la interacción entre los participantes.
No obstante, la posibilidad de una versión virtual está en evaluación, debido al interés de personas de distintas regiones del país. “Tenemos muchos caseritos que nos siguen desde otras ciudades, así que no descartamos ampliar el formato en el futuro”, agregó el organizador.
Más que cocina: cultura y comunidad
Más allá de las recetas, los “Talleres para la Vida” se han convertido en un espacio de intercambio cultural, revalorización de ingredientes locales y reflexión sobre los hábitos alimentarios. La iniciativa demuestra que la cocina puede ser una herramienta poderosa para enfrentar momentos de crisis, fortaleciendo la identidad y la solidaridad desde lo cotidiano.
