Los gobernantes de Bolivia, a la fecha, no cumplen con las recomendaciones de organismos internacionales, entre ellas la de la primera visita in loco del 12 al 17 de noviembre de 2006, oportunidad en que se identificó el hacinamiento carcelario, el uso excesivo de la detención preventiva, falta de transparencia en los procesos de designación de las altas autoridades judiciales, entre otros. Estas observaciones y recomendaciones quedan en nada, sostienen analistas y políticos.