Inter volvió a lo más alto de Italia. Certificó ayer un Scudetto más que merecido, el vigésimo, que pasará a la historia del fútbol italiano por ser el primero que se decidió en un derbi gracias a los goles de Francesco Acerbi (18’ PT) y del francés Marcus Thuram (4’ ST), que dejarán una marca imborrable en la historia del Milan, impotente ante su gran rival.