La selección de Marruecos, la revelación y la revolución del Mundial 2022, tan solo ha recibido diez remates a su portería y un solo gol en ocho horas de juego del torneo, ya a la altura de unas semifinales para la historia del equipo y de África, por primera vez presente su continente en el penúltimo paso hacia el título, con una firmeza defensiva admirada e inigualable desde la Italia que fue campeona del mundo en Alemania 2006.