Del regreso de Vinícius a su mejor versión al oportunismo de un canterano tocado por una varita mágica como Sergio Arribas, transcurrió una semifinal de resultado engañoso, en la que el Real Madrid entrelazó ayer los momentos de superioridad con la duda ante Al Ahly, antes de acabar goleando (4-1) para acceder a la final del Mundial de Clubes, en la que se medirá a Al Hilal saudí.