Silvia Céspedes de Denkler: “Hace 30 años venimos con ayuda médica para bolivianos”
Silvia Céspedes de Denkler, una cochabambina que radica en Estados Unidos hace 46 años, llega cada año al país junto a la Misión Internacional Médica de Ayuda (MIMA) para realizar cirugías gratuitas a la población que no tiene recursos económicos.
Ella es la única boliviana dentro del grupo norteamericano que hace 30 años llega a lugares donde existe menor acceso a la salud. Silvia se casó un Jim Dekler, un banquero con quien tuvo cuatro hijos, pero ella dice que todos han participado de alguna forma en ayudar a las personas que lo necesitan.
“Con el ejemplo se enseña, es la forma de inculcar dentro la familia y a nuestros hijos el mensaje y el compromiso y el valor de la entrega a otros”, dice.
-¿Cuándo se fue del país y por qué?
-Me fui de Bolivia en 1972 y con rumbo de querer estudiar. Fui a la universidad allá en Houston (Estados Unidos). Vivo allá 46 años, toda la vida, pero vengo a Bolivia cada año, vengo a Cochabamba cada año. No he dejado de tener contacto con mis raíces
-¿Se fue por estudios?
-Las universidades estaban cerradas en Bolivia por movimientos políticos y había un tiempo donde uno no podía estudiar. Yo tenía familia en Houston y tenía la oportunidad de estudiar allá. Empecé a estudiar, terminé la universidad e hice mi maestría
-¿En qué se tituló?
-Saqué licenciatura en Ciencias de la Salud, Enfermería y una maestría en Neonatología, en el cuidado del recién nacido y del prematuro.
-¿A qué se dedica allá?
-Mucho ha sido el trabajo. Me he involucrado en mi trabajo y hace unos 30 años venimos con ayuda a Bolivia, se formó un grupo para traer ayuda médica a Bolivia. Empezamos el 88, hemos cumplido 30 años de labor.
-¿Cómo se organizan para realizar esta actividad?
-El incentivo fue que un padre (de la orden) Maryknoll de Cochabamba, Gerardo Ziegengerstn, fue el que fundó Fotrama y el colegio Mariknoll. Él estaba en EEUU para una intervención médica e hicieron un almuerzo de beneficencia para ayudarlo y nosotros fuimos. El obispo de la región contó que él había sido misionero de Bolivia y tenía la visión de que podría llevar un grupo para ayudar en cosas de medicina, y en eso se formó el primer grupo.
El primer grupo llegó a Santa Cruz y, como yo era de Cochabamba, los invité a venir a Cochabamba y les encantó. Después empezamos a venir una semana a Santa Cruz y una a Cochabamba y luego quedamos acá.
Después de muchos años se formó un nuevo grupo que se llama MIMA (Misión Internacional Médica de Ayuda), dirigido por Mery Kate Thomas, ella ha incentivado poder regresar a Bolivia y desde el 2005 venimos con ese grupo y hemos trabajado con ese grupo en Cochabamba
Hemos trabajado en los hospitales Cuschieri y Setón, también en Sacaba, Marllco Rancho y en los últimos años en el hospital Pro Salud.
-¿En qué consiste la ayuda?
-Es un programa médico quirúrgico y se ofrecen cirugías gratuitas a las personas que no tienen recursos.
-¿Cómo vienen los pacientes?
-Tenemos contacto con muchas personas que trabajan en varias comunidades misioneras de otros lugares. Las hermanas de Fe y Alegría, ellas mandan o refieren a muchos pacientes.
Una vez que los pacientes son referidos, hay una visitadora social que le hacen y nosotros con el grupo hacemos la selección de pacientes.
Hacemos entre 30 y 40 cirugía en una semana. Las últimas han sido cirugía general: hernias, vesículas, porque son las que más necesitan, todo es gratuito si el paciente califica para el programa, sale sin ninguna cuenta.
En realidad, son 20 que vienen. La directora Mery Kate Thomas, ella es anestesióloga y ella dirige el grupo y tenemos en su generalidad dos cirujanos generales y el otro en una especialidad han venido oftalmólogos, otorrinos, urólogos, ginecólogos, de muchas especialidades
Todos son norteamericanos, yo soy la única boliviana en el grupo.
-¿Cómo se siente usted personalmente?
-Es algo que uno tiene que sentirlo. El mejor modo en el que puedo explicar es que cuando uno siembra la semilla y después produce el fruto o la flor y uno puede disfrutar de eso. Es cuando uno pone toda la energía para poder ayudar y después ve el producto.
Cuando ve los pacientes que llegan tan bajoneados porque no se han sentido bien por mucho tiempo y después salen del hospital perfectamente bien y con energía, eso es un gran incentivo.
Hemos tenido muchas historias lindas que han pasado
-Su situación de migrante la vincula con esta obra y la añoranza con el país
-La mejor educación que uno recibe es siempre acordándose de dónde uno vino y tener siempre sus raíces en eso. He tenido la fortuna de venir a Bolivia, poder traer a mis hijos, a mi esposo, ellos han ayudado muchos años a pesar de que eran jóvenes. Alguna vez han embalado, contando materiales y a ellos también les gusta Bolivia, les gusta venir. Están conectados con el país y con la cultura.
-¿Tiene planes volver a Bolivia a residir en el país?
-No en este instante porque mis hijos son mi familia y ellos están en su juventud allá, están realizando sus carreras, entonces no podría estar muy lejos de ellos.
PERFIL
Silvia Céspedes de Denkler
Esposo: Jim Denkler
Hijos: Cuatro hijos. Uno es cirujano; otro, abogado. Todos ellos también apoyan y participan del programa.
Residencia: Viven en Florida, en el norte de Miami, Estados Unidos.