Modernidad y tradición en el nacimiento del bebé de Meghan y Enrique
Meghan Markle, esposa del príncipe Enrique de Inglaterra, dio a luz ayer a un varón, séptimo en la línea de sucesión a la corona de su bisabuela Isabel II, y rompiendo con la tradición los padres lo anunciaron en Instagram, y luego Enrique en televisión aseveró que el bebé es “irresistible”.
Los duques de Sussex han vivido este día a su manera, entre anuncios breves y mensajes especiales. Tal y como lo advirtieron, los padres primerizos no presentarán su retoño al mundo hasta nuevo aviso, pero se espera que esto suceda dentro de dos días.
“Nos complace anunciar que Meghan y yo tuvimos un bebé esta mañana, un bebé muy saludable”, declaró un sonriente Enrique ante las cámaras de televisión en el Castillo de Windsor, precisando que la madre también está bien.
“Ambos estamos absolutamente felices y agradecidos por el amor y el apoyo de todos. Esto ha sido increíble, por lo que queríamos compartir (la noticia) con todos”, añadió el padre. Aclaró que la pareja aún no decidió “el nombre” y que probablemente lo darán a conocer “en un par de días”. Además, dijo estar “increíblemente orgulloso de su mujer”, de 37 años, y encantado con el bebé “que es absolutamente irresistible”.
La noticia fue anunciada en primer momento en la cuenta Instagram, @sussexroyal, —por primera vez en la historia monárquica— con un simple mensaje: “¡Es un NIÑO!”. El “post” recibió más de 750 mil “me gusta” en menos de una hora.
Según la tradición, la reina Isabel II y el primer círculo de la familia real fueron los primeros en ser informados del nacimiento. A continuación se colocó una proclamación en un caballete en el patio del palacio de Buckingham para informar a la población que el bebé nació a las 5:26 del lunes y pesó 3,3 kg (3,260).
A diferencia de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, cuyos tres hijos nacieron, como el mismo Enrique, en el ala privada del hospital Saint Mary de Londres, se cree que Meghan ha tenido un parto natural en la residencia de la pareja en Frogmore Cottage, en los terrenos del castillo de Windsor.
Un nacimiento real siempre suscita muchas especulaciones en Reino Unido, pero éste en particular despertó más curiosidad porque la pareja real optó por mantenerse lo más posible a salvo de las miradas.
Enrique y Meghan advirtieron a comienzos de abril que en lugar del tradicional posado con el recién nacido, presentarán a su bebé “en un par de días”, a diferencia del príncipe Guillermo y su esposa Catalina que presentaron a sus tres hijos a la prensa internacional inmediatamente después de su nacimiento.
La llegada de Meghan, una estadounidense en parte afrodescendiente, divorciada y feminista, ha sido vista como un soplo de renovación para la familia real.
En este importante momento de su vida, junto a Meghan estuvo, además de su esposo, su madre, Doria Ragland, la primera allegada de la familia real de raza negra, cuya hija, de padre blanco, ha traído a la monarquía su primer representante mestizo.
El bebé de los duques de Sussex es el octavo bisnieto de la reina Isabel II y séptimo en la línea de sucesión al trono del Reino Unido, lo que da a sus padres cierta libertad para salirse ligeramente del protocolo.
Contrariamente a sus primos hermanos, el hijo de Enrique y Meghan no será príncipe, a menos que la reina así lo decida. Todavía no se ha anunciado qué título tendrá. El pequeño podría ser conde de Dumbarton (Escocia), el segundo de los títulos nobiliarios que la reina atribuyó a Enrique en ocasión de su boda con Meghan.
El bebé será bautizado por la Iglesia anglicana, vestido con una réplica del traje de encaje y satén que llevó la hija mayor de la reina Victoria en 1841.
Los bebés de la familia real son por lo general bautizados en la capilla real del palacio de Saint James, con agua del Jordán —donde Jesús fue bautizado por Juan Bautista según el Evangelio—, vertida sobre la pileta de plata esculpida con nenúfares que utiliza la familia real desde hace varias generaciones. Los bebés reales tienen por lo general seis padrinos y madrinas.
DATOS
Mensaje del abuelo. Tras conocer el nacimiento ayer de su nieto, Thomas Markle —el papá de Meghan Markle— envió un sentido mensaje a través del periódico The Sun, en el que deseó felicidad a la pareja y al pequeño y deseó que éste “sirva con gracia, dignidad y honor” a la Corona británica.
Celebración. Para celebrar el evento, el London Eye, la enorme rueda de Londres ubicada a orillas del Támesis se iluminará en rojo, blanco y azul. Y en la torre de telecomunicaciones BT se afichó un mensaje que reza “Es un niño”.