LO FUNDAMENTAL VERSUS GABRIELA ZAPATA
¿Por qué perdió el continuismo de la dupla Evo-Álvaro el 21 de febrero pasado? Unos dicen que fue consecuencia de un gobierno desgastado por la corrupción, el abuso de poder, el discurso vacío, el derroche de dinero en populismo, el entorno oportunista del Presidente y un largo etcétera de hechos reñidos con la lógica y la moral. Otros aseguran que Evo perdió porque 12 tuiteros, feisbukeros y posiblemente algún youtuber importados del imperio norteamericano (valga la aclaración dada la interacción de imperios) contratados para hacer guerra sucia en las redes sociales pusieron en el escenario no tan virtual a Gabriela Zapata, protagonista de una picante y exitosísima serie nacional.
Los hechos anteriores y posteriores al 21 de febrero, me llevan a confirmar que la dupla perdió el Referéndum porque al portador del voto decisivo, le emputó enterarse que el -hasta ese momento intachable Presidente- nos hubiera escondido un supuesto hijo con una señorita considerada “bien” para “el indio”. Tal fue el impacto del biotipo Zapata que las peluquerías han adquirido solvencia en el preparado del tinte de la apenas “cara conocida” que, según la mitad de la comisión investigadora, no es culpable de ningún tráfico de influencias ni incluso conociendo –todos- que la mujer se paseó durante años como Pedro en su casa por ambientes de Palacio de Gobierno, de la Vicepresidencia y de otros Ministerios de Estado.
Diez años de un modelo de ficción con un manejo de la economía con futuro incierto, con políticas educativas que priorizan el discurso adoctrinador antes que el argumento pedagógico didáctico, con una gestión en salud que no visibiliza acciones de mejora concretas, y con un gobierno de serviles patéticos, no fueron suficientes; no han reorientado el voto que -en cambio- sí reaccionó ante la aparición de una señorita Zapata que suele enfundar su tuneado torso en trajes Chanel y Carolina Herrera y que, aún con todo el atuendo digno de la 5ta. Avenida del Imperio, está involucrada sentimentalmente con el hermano Evo, presidente del humilde pueblo boliviano y de las seis federaciones de cocaleros del trópico de Cochabamba.
Es decir, el modelo nunca incomodó a la mayoría, tampoco la dudosa fiscalización de nuestro dinero, ni ninguna mejora en educación peor en salud, ni el abuso de poder, tampoco la corrupción de muchos miembros del partido de gobierno cambió nada. Sí lo hizo la “inocente” señorita Zapata. ¡Vaya forma de ganar el Referéndum!
Qué importante y necesario es que los bolivianos reflexionemos sobre esto. El MAS no descansará hasta ver al “único líder nacional, internacional y mundial” prendido a su silla por los próximos 30 años. Se cuidarán de no tener una segunda Zapata, entonces ¿faltarán los argumentos para sentirnos decepcionados? Espero, mas bien, que el resultado del 21F haya abierto los ojos del electorado que por un periodo demasiado largo se entusiasmó con el slogan del cambio y algunas obras potables que hay que reconocerle a la Era Evo.
Espero que absurdos como el Dakar, el nuevo Palacio, la planta nuclear en El Alto, el afán de controlar el derecho a la libertad de expresión con una millonada puesta en la Dirección de Redes Sociales, la mamada de la elección del Defensor del Pueblo, el trato inhumano a las personas con discapacidad, el poco interés en priorizar la seguridad alimentaria, la salud y la educación de los bolivianos, los múltiples casos de corrupción y el turbio manejo económico de programas como Bolivia Cambia, Evo Cumple, sean decisivos al momento de una inminente convocatoria electoral.
Comunicadora Social y Doctora en Ciencias de la Educación.
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