Pornografía los niños, a un “clic” de todo
La terapeuta Valeria Campos se llevó una sorpresa cuando un día abrió la aplicación YouTube en su teléfono inteligente y se encontró con varias sugerencias de videos en dibujos animados, pero con alto contenido sexual. La sorpresa fue porque ella no había hecho búsquedas de ese tipo en su teléfono, pero después se dio cuenta de que esas sugerencias aparecían a partir de las que había hecho su hija de nueve años en su Smartphone.
A la niña, que aún no tiene un teléfono propio, le gusta buscar videos sobre “las verdades detrás” o “Cosas raras de”, respecto a series infantiles como “Gravity Falls” o “Pepa Pig”. Las sugerencias con contenido sexual salieron durante un mes aproximadamente. Si el teléfono hubiera sido de la niña, es muy probable que ésta hubiera llegado a abrir las sugerencias y, éste es sólo un ejemplo de cómo un niño puede llegar hasta la pornografía.
Hace unas semanas circulaba en las redes sociales el efecto de poner la palabra “niñas” en el buscador Google, lo alarmante de este sencillo ejercicio es que Google complementaba la búsqueda con otras palabras como “modelos” o “embarazadas”. El mismo ejercicio se hizo en países como México, pero esta vez las búsqueda era en la red social Facebook, que también puede servir como buscador. Al lado de la palabra “niñas” el buscador de Facebook complementaba con “ de 15 años desnudas”, “de 15 años en calzoncitos” y otras con más connotaciones sexuales.
Los resultados sugeridos en los buscadores, ya sean de Facebook, Google o Yahoo, varían dependiendo del país y se alimentan de las búsquedas realizadas por los usuarios. Es decir, si nadie buscara “niñas con vestido corto”, ninguna plataforma mostraría esa opción.
El experto en tecnología Marcelo Durán comenta que Google hace lo mismo que la gente cuando pide recomendación.
“Google llama a eso ‘Page Rank’ y es la capacidad que tiene una página de ser nombrada por otra con validez. El indicador va de 1 a 10, donde cada página tiene ese poder de influencia, el buscador, lo que hace es ‘buscar’ entre las que tienen el mayor rango. Por eso el resultado es bueno, pero no necesariamente busca en todo internet, por eso aparece el tema de la Deep web. El algoritmo indexa el ‘rank’ de cada página, los términos más buscados, y las tendencias”.
En este sentido, el acceso que pueden tener los niños a la pornografía es el mismo que pueden tener al Internet.
Vivimos en un país en el que la pornografía es ilegal, sin embargo, se ha cuantificado 15 páginas web bolivianas de pornografía, según datos proporcionados por Soledad Ardaya, coordinadora regional DTZ/Vuela Libre, ICCO South America, aunque no hay muchos más datos sobre el consumo de pornografía en nuestro país.
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DEMASIADAS PARA CONTARLAS
Según datos de un informe publicado por el portal estadounidense Covenant Eyes, cuando los niños están frente a la pantalla de una computadora o smartphone navegan con acceso a un número infinito de contenidos, muchos de ellos no aptos para su edad. Por ejemplo, se calcula que el 10 por ciento de los contenidos que circulan por la red son pornográficos y que hay más de cuatro millones de “sites” que los alojan. Se trata de páginas gratuitas que se financian mediante publicidad de artículos sexuales y “links” de prostitución.
Ante estas cifras, no resulta muy extraño que nueve de cada diez niños se hayan visto expuestos a porno online antes de cumplir la mayoría de edad.
Este estudio señala también otro dato impactante: la primera visualización de pornografía online se llega a hacer con 12 años.
En definitiva, de manera voluntaria o involuntaria, muchos menores consumen contenido pornográfico en Internet. Una investigación realizada por Rafael Ballester y publicada en la deja claro que uno de cada cuatro menores se ha topado en alguna ocasión con material pornográfico ilegal por Internet. Además, el 90 por ciento de los niños y el 70 por ciento de las niñas de entre 13 y 14 años asegura haber accedido a porno al menos una vez en el año anterior y un 35 por ciento añade que ve porno online “demasiadas veces como para contarlas”.
¿CÓMO ABORDAR EL TEMA?
Para la terapeuta Valeria Campos, es importante que los padres hablen abiertamente sobre sexualidad de acuerdo a la edad de sus hijos, porque cada etapa es diferente.
Respecto a encontrar a los niños accediendo a contenido con connotaciones sexuales, explica que no se los debe reprender, se debe averiguar cómo se ha logrado el acceso a ese contenido, que muchas veces es de forma accidental. Campos dice que los padres deben ser conscientes de que los niños tienen acceso a contenidos sexuales y violentos y que se les debe explicar de qué se trata el asunto, según la etapa en la que se encuentren. Las libertades deben ser filtradas para que los niños vayan formando su criterio. Otro recurso que puede apoyar para este abordaje son los filtros en el Internet doméstico, pero de todas maneras el acceso a la red no siempre es dentro de casa.
INFLUENCIA EN LA VIDA SEXUAL
El psiquiatra y psicólogo Franz Siles comenta que la pornografía es una ficción y debe ser entendida como tal, es decir, que no refleja la realidad de la sexualidad humana. Según su experiencia, la pornografía influye en la vida sexual de las personas en la medida en que es un producto que existe y que, lo consumamos o no, está a nuestro alcance.
“Es decir que es un asunto de la intimidad individual (ya que existe también la intimidad de pareja) que muy difícilmente se habla abiertamente y, por otra parte, está naturalmente percibido como un asunto poco honorable asumir que se ha estado en contacto con ese tipo de consumo, generalmente audiovisual en nuestra época”.
Siles asegura que este contenido tiene injerencia en las personas porque al consumirla se “clandestiniza” en la conducta, y esto ya influye en su autopercepción; por otra parte, tiende a generar referentes, sutilmente deslizados como estándares de apariencia, rendimiento y “tecnicidad” usualmente difíciles de alcanzar.
“De esta manera puede contribuir a una permanente insatisfacción de sí mismo, que ya es un terreno en el que usualmente se debate todo ser humano, más aún si éste es muy joven o inexperto, o falto de criterios reflexivos sobre la verdadera naturaleza humana. El criterio clínico pocas veces aborda esta temática en una perspectiva terapéutica a ser profundizada solamente en contexto clínico especializad. Entonces, sí influye. Incluso en otras circunstancias que sólo cabe abordar en discusiones científicas profundas e interdisciplinarias. Nunca olvidemos que la pornografía es ‘un producto’ que está ahí”.
PORNOGRAFÍA Y EDUCACIÓN
El psicólogo asegura que, si se pretende educar, no se debe prohibir este tipo de contenidos.
“La educación y la prevención no funcionan con la lógica de la prohibición o un dogmatismo facilista autoritario. El impulso sexual está y nuestro cerebro es inquisitivo por naturaleza y ambos se darán en la casa o fuera de ésta. Hay que hablar del ser humano y sus principales características, sin concesiones y con una perspectiva fundamental de respeto del ‘otro’, y reconocimiento en ése otro. Prohibir no es el camino. Enseñar a decidir con fundamentos éticos (pensar y practicar el ‘bien hacer’), sí”, dice Siles.
Para que los padres encaminen una adecuada educación sexual en sus hijos, Siles recomienda que primero piensen honestamente en la sexualidad propia. “Reflexionarla sin concesiones y orientar en función de conocimientos de la naturaleza humana. Encaminar a través de un pavimento de valores constructivos”.
Sin embargo, Siles hace énfasis en que se debe entender que la pornografía no muestra una sexualidad “normal”, y eso puede afectar a la vida de los jóvenes.
“La sexualidad masculina y femenina tienen características muy diferentes y no se las puede poner a la par, se trata casi de ciencia ficción”.
ALGUNAS CIFRAS
Según un informe de Pornhub, en 2018 las visitas a este sitio sumaron un total de 33,5 mil millones en el transcurso de 2018, un aumento de 5 mil millones en comparación con 2017. Eso equivale a un promedio diario de 92 millones de visitantes y, en el momento de redactar ese informe, las visitas diarias de Pornhub superaban los 100 millones..
“Para poner eso en perspectiva, ¡es como si las poblaciones combinadas de Canadá, Polonia y Australia visitaran Pornhub todos los días”, dice en el informe y estamos hablando de un solo sitio de los millones que se encuentran en red.
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OTRA CARA DEL “PORNO”
La pornografía usualmente es considerada un concepto opuesto al feminismo. La mayoría del porno actual está dirigido a hombres heterosexuales con la finalidad de excitarlos, en muchas ocasiones convirtiendo a la mujer en un mero objeto sexual sin prestar atención al placer femenino. Pero tranquilas, que cada vez hay más mujeres empoderadas poniéndose detrás y delante de la cámara, creando lo que se denomina “porno feminista”. Un tipo de porno enfocado en el placer sexual de la mujer, se explica en un artículo de QFem.