10 claves para empoderar a niñas
Se habla tanto del empoderamiento femenino, pero poco nos preguntamos cuándo y cómo empezar a hacerlo. Vamos por partes, empecemos por entender realmente qué significa. La psicóloga y codirectora del Centro de Desarrollo Infantil Tululé, Laura Amador, considera que el empoderar hace referencia precisamente a la adquisición de poder, en términos de libertades e independencia. La especialista señala la importancia de ello, ya que a pesar de los grandes cambios sociales generados a partir de fines del siglo XIX con los orígenes del feminismo sufragista, aún persiste en la sociedad una concepción sesgada sobre el rol de las niñas. “Aunque no queramos admitirlo, siguen siendo un grupo vulnerable. Mucho más si hay otros factores de por medio, como, por ejemplo, la pobreza”, adiciona.
La psicoterapeuta individual, de pareja, familia, niños y adolescentes Verónica Trigo Padilla coincide que en culturas “evidentemente machistas como la nuestra” ser mujer y niña implica pertenecer a un grupo doblemente desaventajado. “Se conoce que la edad promedio en la que una mujer empieza a ser acosada es a los siete años”, señala.
La tallerista y docente expone que empoderar a la mujer desde temprana edad le permite valorarse y encontrarse con sus fortalezas y potenciarlas. Siendo así autónoma, rompiendo las arbitrarias jerarquías de género y desmitificando las creencias erróneas de inferioridad, indefensión, sumisión, sacrificio y resignación, que son transmitidas culturalmente generación tras generación.
“Podemos deducir que el empoderamiento nace de la educación no sólo a las niñas, sino también a los niños, a las madres, a los padres y a toda la sociedad”, afirma Trigo y cita al pedagogo Paulo Freire: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.
¿QUÉ ES LO QUE EN REALIDAD SUCEDE?
Tras estas reflexiones, surge la interrogante si los padres de hoy están empoderando a sus hijas desde pequeñas. Desde su experiencia profesional, Amador subraya que no se puede generalizar, ya que la crianza es singular y particular en cada familia. “Lo que sí es evidente, es que a nivel social hay una nueva ola de empoderamiento femenino dirigido a las niñas”, asegura. La experta, una de las ganadoras del IV Concurso Nacional de Literatura para Niños de este año, indica que esto es evidente al ver, por ejemplo, el nuevo estilo narrativo que han adoptado las películas o series infantiles. “El estereotipo de la dama en peligro a la espera del príncipe ha sido remplazado por personajes femeninos más independientes y autosuficientes”, señala.
Sin embargo, resalta que en muchas ocasiones el mensaje que se manda a las niñas es incoherente, ya que, por un lado, se las invita a ser independientes y empoderadas; pero por otro, la sociedad aún guarda ciertos preconceptos y estigmas relacionados al "rol" de la mujer. Menciona como ejemplos de ello el “comportamiento femenino", la maternidad o la construcción del amor romántico. “Estos temas -que parecen ser de adultos- son inyectados en el inconsciente femenino desde que somos muy pequeñas a través de comentarios familiares, modelos a seguir o figuras públicas que se consumen en los medios de comunicación y redes sociales”, detalla.
Trigo que resalta que, en Bolivia desde 1952, con el derecho al voto de la mujer se ha ido gestando un cambio muy paulatino, orientado hacia la igualdad de género. “Lamentablemente, hasta ahora, las leyes vigentes y la educación sociocultural no son suficientes para extinguir los agravios hacia la mujer”, aclara.
Apunta que las redes sociales, como el movimiento #metoo o #miprimeracoso, desvelan algunos abusos hacia la mujer que antes eran callados o incluso normalizados. De acuerdo a la especialista con estudios y experiencia profesional en España, Inglaterra, Estados Unidos y Bolivia, esto despierta en algunos padres la importancia de educar a sus hijos para prevenir injusticias de género.
Sin embargo, alerta que las mismas redes sociales, en muchas ocasiones, en lugar de empoderar se “apoderan” de esta necesidad y confunden a la sociedad induciendo a un empoderamiento superficial.
Destaca que el empoderamiento no recurre a la fuerza, lo que hace es poner en evidencia las fortalezas. Manifiesta que tampoco se trata de mostrarse ofendidas y ser indulgentes. Para explicar ello, cita al crítico literario Daniele Giglioli: “La víctima es el héroe de nuestro tiempo”. “La fortaleza de la mujer no radica en compadecerse, sino en su derecho al buen trato, a la justicia económica y democrática y al acceso a los recursos materiales y simbólicos”, refuerza Trigo.
A continuación, ambas especialistas comparten consejos sobre cómo pueden empoderar los padres a las niñas desde casa:
- REEDUCACIÓN FAMILIAR
“Es necesario que los hogares apliquen un estilo educativo democrático y asertivo, frente al autoritario (que anula al otro) o permisivo (que no orienta ni protege). Se necesitan familias donde se ejerza la igualdad de género, desde la implicación activa de la paternidad y la distribución coordinada de las tareas”, destaca Trigo. Señala también la importancia de promover un ambiente enriquecido emocionalmente, donde impere el buen trato, el respeto, la autorregulación de las emociones y el ejemplo. Apunta además que la gran fortaleza psicológica se gesta en el infante al sentirse respetado, amado y con un vínculo seguro con sus padres o tutores.
- INCENTIVA EL AUTODESCUBRIMIENTO
“El primer paso para que una niña se empodere es que se descubra”, asevera Amador. Explica que si se la cría para que siga patrones y estándares, no va a desarrollar intereses y metas personales que reconozca como propios. “Es importante que los padres podamos entender que nuestra niña es una vida autónoma y propia y que no debe ser aquello que nosotros deseábamos o esperábamos necesariamente”, subraya.
Para Trigo, la autonomía es el antídoto contra la dependencia económica y emocional. Aconseja educar a las niñas para que desarrollen recursos emocionales y un oficio que les permita su emancipación.
- EDUCACIÓN EMOCIONAL
“Implica reconocer las emociones (propias y ajenas), saber gestionarlas, empatizar, resolver conflictos de manera creativa y sobreponerse a las dificultades”, asevera Trigo. Comenta que Elsa Punset, psicóloga y divulgadora científica, afirma que la inteligencia emocional es la llave para la libertad. “Gracias a ella, no nos subordinados a nuestros impulsos, temores, tristezas e iras. Nos permitimos la fragilidad aun buscando la fortaleza y podemos ser valientes en compañía del miedo”, adiciona.
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- SORORIDAD Y RESPETO A LA DIFERENCIA
Amador asegura que la sororidad es fundamental en el empoderamiento femenino; explica que básicamente consiste en un apoyo fuerte, genuino y consistente entre mujeres. “Mujeres muy diferentes unas de las otras, diferentes en gustos, ideologías, razas, religiones, sexualidad, etc. Pero, entre esas diferencias, surgen lazos de cooperación que generan sistemas de contención y reciprocidad, para eso nuestras niñas deben criarse en el respeto por lo diferente”, resalta la experta.
Trigo acota que estimular las relaciones de hermandad y solidaridad entre mujeres es esencial para construir redes de apoyo sin competencias, envidias ni celos insanos.
- CULTIVA EL AMOR PROPIO
Amador comenta que está “muy de moda” hablar de amor propio, porque en los últimos años se ha evidenciado cómo la falta del mismo genera círculos de dependencia poco saludables en las relaciones interpersonales. “Una mujer que desde niña construye un amor hacia sí misma, va a tener en el futuro una visión más saludable de las relaciones interpersonales”, acota.
Trigo recalca que el empoderamiento no pretende inflar la autoestima, sino promover la consciencia de las habilidades y las debilidades, para aprovechar las primeras y orientarse a la autosuperación y autoaceptación respecto a las segundas.
Sobre el mismo concepto del amor y cómo vivirlo en pareja, la experta recuerda que éste no es sinónimo de sacrificio ni dolor. “Es necesario enseñar a las niñas que es posible amar con los ojos abiertos y elegir en el lugar de buscar ser elegidas”, añade.
- INCULCA EL LIDERAZGO Y EMPATÍA
Trigo recuerda que la persona empoderada tiende a influir positivamente a otros. Para ello, indica que se necesita desarrollar un liderazgo que se oriente en resolver los problemas con empatía, como el educador Tim Elmore propone, con don de gentes. “Un liderazgo sin preparación ni humildad es hueco y nocivo”, refuerza.
- EL JUEGO TAMBIÉN ES IMPORTANTE
Trigo afirma que el juego prepara a los niños para su vida adulta. “Dejemos que niños y niñas jueguen con muñecas, cochecitos, lodo y ollas. Así los niños ya estarán familiarizados con apear a un bebé y las niñas no se autolimitarán en roles de género de antaño”, observa la especialista.
- INTRODUCE LA RESILIENCIA
“Los fracasos, tragedias y circunstancias traumáticas son parte fundamental de la vida. De ellos aprendemos en diferente medida y distintas lecciones, pero no es sencillo reponerse a estas vivencias”, dice Amador. Por ello, aconseja como indispensable que los padres introduzcan en la infancia el concepto de resiliencia, motivando así la confianza en cada una de las niñas que frente a la adversidad hallarán una solución; en lugar de criarlas en el fatalismo y el “drama telenovelesco”.
- MANTÉN UNA BUENA COMUNICACIÓN
Para Amador, una gran parte de los problemas humanos tiene como base la falta de una buena y asertiva comunicación. “Este elemento es tan fundamental, porque va a permitir el correcto flujo de información y de relación entre las personas”, agrega. Manifiesta además que una niña que aprende desde pequeña a comunicarse adecuadamente crecerá con esta importante habilidad para sobrellevar sus relaciones personales, sociales, familiares y laborales. Por otro lado, y tal vez más importante, dice, crecerá en un núcleo en el que al sentirse escuchada y valorada se percibirá importante y valiosa. “Dos conceptos claves para enriquecer la autoestima de nuestras niñas y más adelante su empoderamiento”, adiciona.
- EDUCACIÓN INTEGRAL
Trigo explica que la educación integral estimula diferentes habilidades no sólo cognitivas, sino también artísticas, deportivas, científicas, nutritivas y ecológicas. Aprender lo que en inglés se denomina “life skills”, para que tanto los niños como las niñas sepan cómo hacerse cargo de sí mismos en su vida cotidiana (cocinar, ordenar, realizar compras, etc.). “Estimular la curiosidad por aprender y el pensamiento crítico son fundamentales. Estos aprendizajes permiten que el empoderamiento se sostenga en conocimiento, habilidades y destrezas”, agrega.
Indica que todas estas herramientas adquiridas pueden encaminar a una autorrealización: encontrar lo que uno hace bien y le apasiona. Comprometerse a ello nutre la fuerza interior que se refleja en la autoconfianza y plenitud.
La psicóloga acota que también es primordial enseñar educación sexual no sólo a las niñas, sino también a los niños para prevenir ser víctima o victimario.
