Ácido hialurónico y bótox. Conoce las diferencias entre estos tratamientos estéticos
En la búsqueda de una apariencia más juvenil y fresca, el ácido hialurónico y el bótox se convirtieron en dos de los tratamientos estéticos más populares en el mundo de la medicina estética.
Sin embargo, a pesar de ser frecuentemente mencionados juntos, sus usos y efectos son completamente diferentes.
“De manera sintetizada, la toxina botulínica, más popularmente conocida como bótox, es un tratamiento más que todo preventivo, mientras que el ácido hialurónico lo podemos usar como tratamiento de corrección. Muchas personas suelen confundir el fin de ambos tratamientos”, mencionó la doctora de medicina estética y ortomolecular Ana María Gómes.
En sí, el ácido hialurónico está destinado para dar hidratación y volumen ya que es una sustancia presente de manera natural en el cuerpo humano, especialmente en la piel, las articulaciones y los ojos.
Como mencionan los expertos, su principal función es la retención de agua, lo que contribuye a la hidratación y elasticidad de los tejidos.
En estética, el ácido hialurónico se utiliza como un relleno dérmico para dar volumen a ciertas áreas del rostro, como los labios, los pómulos y el contorno facial. Además, ayuda a suavizar arrugas y surcos profundos, como el surco nasogeniano. Sus efectos son inmediatos y pueden durar entre seis meses y dos años, dependiendo del tipo de producto y la zona tratada.
El bótox, cuyo nombre comercial hace referencia a la toxina botulínica, funciona de manera completamente distinta al ácido hialurónico. La doctora de medicina antiaging, Gomes, aclara que en lugar de rellenar, el bótox actúa relajando temporalmente los músculos faciales responsables de la formación de arrugas de expresión, como las patas de gallo, las líneas en la frente y el entrecejo.
Además, su efecto no es inmediato, ya que tarda entre 3 y 7 días en notarse, y su duración oscila entre 3 y 6 meses, tras lo cual se recomienda repetir el tratamiento para mantener los resultados y utilizarlo como tratamiento preventivo, más que tratamiento de corrección.
Principales diferencias
Aunque ambos tratamientos buscan mejorar la apariencia del rostro, sus mecanismos de acción son distintos.
En cuanto a las funciones, el ácido hialurónico hidrata, rellena, y restaura o da volumen en distintas zonas del rostro, mientras que el bótox relaja los músculos para prevenir y atenuar arrugas dinámicas.
Dentro el tiempo de efecto, el ácido hialurónico ofrece resultados inmediatos, mientras que el bótox tarda unos días en hacer efecto.
La aplicación del ácido hialurónico puede durar hasta 2 años, mientras que el bótox tiene un efecto temporal de unos meses.
Tanto el ácido hialurónico como el bótox son tratamientos seguros y efectivos únicamente si son aplicados por profesionales cualificados en el área.
La importancia de que sea aplicado por un profesional médico, un cirujano, un médico general que tenga la formación en medicina estética o en cirugía plástica, es porque el exceso y las malas prácticas pueden ocasionar reacciones adversas graves.
Como por ejemplo, si no se realiza una correcta aplicación, puede provocar necrosis y hasta ceguera definitiva, por eso es muy importante que sea con un profesional médico siempre.
La elección entre uno u otro dependerá del objetivo estético de cada persona y de las recomendaciones médicas. Para quienes buscan hidratación y volumen, el ácido hialurónico es la mejor opción, mientras que el bótox es ideal para prevenir y suavizar arrugas de expresión.
Antes de someterse a cualquiera de estos procedimientos, es fundamental acudir a un especialista para recibir una evaluación personalizada y garantizar resultados naturales y armoniosos.