Marcela Renjel: “Debemos hacer un periodismo más libre’’
Hace más o menos un año que uno de los rostros más conocidos de la televisión nacional anunciaba que se alejaba de las pantallas. Marcela Renjel estuvo durante casi 31 años como conductora, presentadora de noticias y periodista de la Red ATB y su alejamiento provocó una serie de reacciones, unos meses después se anunciaba su matrimonio con Davor Mihaic y su decisión de tomarse un año sabático, el mismo que podría ampliarse.
En una conversación con la Revista OH! Renjel habla del estado actual del periodismo en nuestro país y de la decisión que la ha llevado a viajar por todo el mundo.
¿Cómo sobrellevaste el impacto de la renuncia a la televisión y en qué momento comenzó realmente tu descanso?
Nunca imaginé tanta reacción de la gente, de prensa, de medios, de amigos, del público que me sigue y que me ha estado viendo durante los 31 años que he trabajado en el canal (ATB) para mí ha sido gratificante, porque nunca imaginé tanto apoyo de personas, amigos y medios. Cómo pasa el tiempo ¿no? Justamente en estos días me acordaba que hace aproximadamente un año que he dejado las pantallas y los medios.
¿Cómo fue el cambio? Después de todo estuviste desde que tenías 17 años frente a la cámaras.
Sí, he crecido ahí. Comencé haciendo televisión por hobby en Oruro y bueno fueron dos años de trabajo ad honorem que me sirvieron para entrar después a ATB y vivir toda una vida dedicada a eso que es lo que más me apasiona, la televisión y los medios.
Entonces me parece increíble que haya pasado tanto tiempo desde mi inicio en la televisión, es toda una vida y el cambio es grande, todo tomó un nuevo rumbo, con muchos cambios y nuevas prioridades en mi vida.
¿Estás tranquila? ¿Piensas volver a trabajar en medios?
Uno siempre piensa en volver, como que uno se aferra a hacer lo que más te gusta y apasiona. Entonces, cuando me despedí hace un año de la gente, les decía que nos íbamos a volver a ver. Si Dios lo permite se volverá a dar esa oportunidad, una vez que se dio el alejamiento de ATB, he tenido ofertas de medios de comunicación, de canales, de instituciones para hacer comunicación corporativa y todo aquello, pero de por medio había un compromiso, con el que ahora es mi esposo, de darnos un tiempo juntos y es por eso que he decidido rechazar las ofertas de trabajo que ha habido a lo largo de todos estos meses. Y quedo muy agradecida porque se nota que valoran mi trabajo y capacidad, pero hay un compromiso de por medio y en eso estoy.
¿Tienes noción de lo conocido que es tu rostro y de la dimensión de tu fama?
Con los años me di cuenta de cuánto podemos trascender en los medios, porque tenemos presencia en ellos, en las redes, en google, etc., antes el contacto era directo con la gente, cuando tenía los programas en vivo y viajaba por todo el país, sentía el cariño de la gente de boca a boca, de piel a piel, nos sacábamos fotografías, la gente me seguía, me mandaba cartas por correo al canal y era otro tipo de cariño el que se sentía y de repente veo que eso se ha magnificado, por el alcance de las redes sociales, y sigo sintiendo ese aprecio y reconocimiento, porque aún ahora, aunque estoy alejada de la televisión, la gente se me acerca, me reconoce, se toma fotografías conmigo, en diferentes ciudades incluso en otros países. Es un cariño impensado pero que lo siento y lo palpo cada día.
Llama la atención, aunque tampoco es una gran sorpresa, pero en internet hay una lista de las conductoras más lindas de Bolivia y tu nombre e imagen aparecen ahí. ¿Aún se sigue ligando a la presentadora de televisión con la belleza? ¿Esto es una dificultad o no?
La televisión busca rostros atractivos, por lo menos es lo que creo que durante mucho tiempo han buscado los gerentes y propietarios de los canales de televisión. “Esa modelo o esa chica es linda, la probaremos para televisión”, aunque no tenga talento, ni inquietud por trabajar en medios, pero en mi caso lo que siempre he hecho es prepararme para estar frente al televidente, frente al radioescucha, porque también he hecho radio, siempre me he capacitado lo mejor que he podido porque creo que eso es lo que merece el televidente, respeto de la gente que está en las pantallas informando y dando noticias, que sea alguien interiorizado con lo que está pasando y no ser simplemente un busto parlante, que es lo que generalmente ocurre, te ponen frente a cámaras, te enchufan un micrófono y un sonopronter y ¡listo!. Personalmente he estado trabajando en formarme y capacitarme todos estos años, para borrar ese falso estigma de que en la televisión hay rostros bonitos y nada más…
¿Crees que en los canales se incentiva a que haya una preparación? El rumor dice que en los contratos de las conductoras hay un “código de vestimenta”, con un largo de falda, pero no de preparación… Tú que has estado adentro, ¿es así?
Lo que te puedo decir, que he estado en la televisión durante 31 años, es que cuando yo comencé nunca había sentido ese tipo de presión, era una especie de valor al periodista, al conductor, al locutor, por lo que es, por su capacidad y no así por mostrar más piel, nunca lo había sentido hasta los últimos años, en que he notado eso, hay un código, como tú dices de vestimenta, “tienes que vestirte así, ¿por qué tu vestido está tan largo?, ¿por qué estás tan seria?, te ves vieja”, ese tipo de cosas y los vas sintiendo. Como te digo, en mis inicios tuve grandes maestros de la televisión y de los medios, he trabajado con periodistas como Amalia Decker, Lorenzo Carri, Lalo Lafaye, Cayetano LLobet, Walter Peña, etc., personas que tenían muchísima experiencia, no eran unos chiquillos, pero tenían respeto de la gente, del público, en cambio ahora es como que con la edad y experiencia, tienes que pasar a la reserva, valoran más los rostros frescos, la moda, más piel y menos ropa y eso es lamentable.
¿Cuáles crees que son los retos más importantes que tenemos los periodistas en una época como ésta, en este año electoral?
Por sobre todo, tratar de hacer un trabajo responsable, siempre hablamos de la imparcialidad del periodista y por naturaleza los seres humanos somos políticos, ¿no? Entonces, si bien tenemos esa naturaleza política, creo que no es bueno exponerla ante los medios, puede ser que haya afinidades con líneas políticas, pero no puedes ser partidista en tu trabajo. Tu trabajo periodístico debe estar alejado de todo interés político y hoy en día cuando tenemos esta situación política por la que está atravesando nuestro país, ahora y en todos los tiempos, debemos mantener mucha distancia y hacer un trabajo responsable, en la medida en la que se pueda y sobre todo anteponiéndonos a ciertas líneas editoriales que hoy se manejan, que es lo más difícil.
¿Qué épocas de crisis recuerdas más en todos estos años de periodismo?
Muchas, y las que más me han marcado han sido las de febrero y octubre negros, la guerra del gas, porque me ha tocado estar en las calles, siempre me ha gustado hacer periodismo de calle, me habían contratado para hacer otra cosa, pero yo insistí mucho en innumerables ocasiones y me dieron la oportunidad de hacerlo y fue una de las cosas más apasionantes que he vivido en el periodismo y lo que recuerdo y más me ha marcado, ha sido justamente aquello, estar en plena plaza Murillo en la guerra del gas, con heridos y muertos en pleno cruce de fuego, luego haciendo cobertura recuerdo el caso de la enfermera Ana Colque que pasó en pleno centro de la ciudad, La doctora Espinoza, cuando hubo fuego cruzado, tuve que estar allá, en los hospitales, en la morgue y creo que ha sido algo que ha marcado al país entero, de la historia más reciente, porque ha habido muchas épocas en las que hubo crisis que han marcado al país, pero eso es lo que me ha tocado vivir.
Esa es una de las crisis más frescas y quizás fue el principio de nuestra actual situación, ¿crees que hay autocensura en el periodismo boliviano?
Sí, creo que sí, porque al final de cuentas todos estamos enmarcados en una línea editorial del medio y a mí me pasó alguna vez al escribir mis noticias, leyéndolas he pensado: “si esto sale me botan”, y he vivido y he visto en carne propia situaciones similares con mis compañeros. Creo que hay una autocensura que no debería haber, deberíamos hacer un periodismo más libre, que refleje más cómo son los hechos.
¿Qué piensas de los medios que se declaran independientes, crees que de repente pueden irse al otro lado y comenzar a hacer oposición?
Creo que el país está muy polarizado en el tema político y al hablar de un periodismo militante, hablar de aparatos del Estado y hay apoyos a cierto sector o al gobierno y del otro lado se tiene un periodismo independiente entre comillas, pero son actores trabajando y moviéndose en la otra arena política, desde el frente, entonces imagino que ahí la decisión la tiene el lector.
¿Crees que el periodismo está muriendo?
En algún momento también me pregunté eso, porque dije bueno, ahora tenemos las herramientas desde el otro lado de la calle, el ciudadano común que puede hacer periodismo y te informa y te manda material, pero te mandan noticias de lo que ocurre en su contexto, pienso que el periodismo desde siempre ha tenido una vocación de servicio y no creo que vaya a morir, a pesar de todo aquello, creo que simplemente ahora hay más herramientas que le sirven al periodismo para seguir siempre presente, informando y ser un poder.
¿Piensas volver a los medios?
Al principio hablamos con mi esposo de tomar un año sabático y de hacer muchas cosas juntos y estamos concretando todos los planes que nos habíamos trazado hace un año, hemos viajado mucho y lo vamos a seguir haciendo, entonces me he replanteado la idea y no sabemos si se ampliará el año sabático, es un momento de disfrutar mucho la vida, de otras cosas, de estar más cerca de mi familia, de mis hijos, mi mamá, mi esposo y compartiendo nuestros gustos afines. Y creo que me lo merezco después de tantos años y lo estoy disfrutando, no sabemos si seguirá el año sabático, pero dentro de mí siempre hay ese deseo de volver al periodismo. Veremos qué pasa después, nunca se cierran las puertas.
